viernes, 30 de agosto de 2013

Cuéntame un cuento de Celtas Cortos

Una noche de agosto en una ciudad costera. Como en cualquier noche de agosto en cualquier ciudad costera, están en fiestas, hay feria y la música en la calle llega a todos los rincones y a todas las alturas, traspasa fronteras y ventanas con doble acristalamiento; y aquí escucha música hasta mi vecina que está sorda como una tapia.
Ahora suena una de Celtas Cortos...

Cuéntame un cuento
y verás qué contento
me voy a la cama




y tengo lindos sueños.
Cuéntame un cuento
y verás qué contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños. 




Promesas, promesas...seguro que este hombre tiene un hijo que le da la matraca todas las noches con que le cuente cuentos, y quiere convencerle con el viejo sistema de jurar que se duerne de una tacada. Ya, ya...como se lance a contarle un cuento clásico se pierde, el niño agarra un insomnio del trece y les baila esa noche una muñeira heavy a sus padres en la cama.Cuidado que los cuentos están cargados de peligro.

Pues resulta que era un rey
que tenía tres hijas,
las metió en tres botijas
y las tapó con pez,
y las pobres princesitas
lloraban desconsoladas,
y su padre les gritaba
que por favor se callaran. 





Toma ya, a este hombre le gusta vivir peligrosamente. Ni el cuento de caperucita ni el de barba azul, qué va, un rey que mete a sus hijas en botijas y les ruega que se callen. Se confirma mi intuición de que esta noche el nene le baila una muñeira, pero en la cama, no, en la barriga. Y dentro de veinte años les pone una denuncia a sus padres por malos tratos y secuelas morales, ya lo estoy viendo.



Cuéntame un cuento
y verás qué contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños.
Cuéntame un cuento
y verás qué contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños. 



(ja,ja, estais perdidos, esto no lo arregla ni supernanny)



Las princesas se escaparon
por un hueco que existía,
que las llevó hasta la vía
del tren que va para Italia,
y en Italia se perdieron
y llegaron a Jamaica,
se pusieron hasta el culo
de bailar reggae en la playa. 


Pues sí, se ha dado cuenta de que la cosa no tiene arreglo, y ha dicho de perdidos al río, o mejor a Jamaica que bailan reggae (reggae?), que es como más suave que la muñeira y nos va a meter menos pataditas la criaturita esta noche cuando se nos suba encima a darnos las gracias. 



Cuéntame un cuento
y verás qué contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños.
Cuéntame un cuento
y verás qué contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños. 


(Eso es tener fé en que las cosas se pueden arreglar, sí. Ya se sabe que el infierno está empedrado de buenas intenciones)



Bailando en la playa estaban
cuando apareció su padre,
con la vara de avellano
en la mano amenazando,
fue tras ellas como pudo
y tropezó con la botella,
que tenía genio dentro,
que tenía genio fuera. 


Vale, ahora ha demostrado un poco más de realismo. Una vez convencido de que supernanny no puede con esto, ha convocado al genio de la botella, a ver si con mucha magia consigue algo.




Cuéntame un cuento
y verás qué contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños.
Cuéntame un cuento
y verás qué contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños. 


(Y venga y dale, y dale y venga. Que a estas alturas no te cree nadie, chaval)



Les concedió tres deseos
y ahora felices estamos,
y colorín, colorado
este cuento se ha acabado,
y resulta que este rey
que tenía tres hijas,
las metió en tres botijas
y las tapó con pez. 


Dicen que están felices y que el cuento se ha acabado. Su temeridad no conoce límites. Me parece que el chaval ya ha tenido suficiente y que va a entrar en combustión espontánea sin nisiquiera meterse en la cama.




Cuéntame un cuento,
la enanita junta globos,
la que vuela por los aires,
la que nos seduce a todos.

Cuéntame un cuento,
el del Ratoncito Pérez,
que te deja cinco duros
cuando se te cae un diente.

Cuéntame un cuento,
que ya creo que estoy soñando,
cuéntame un cuento,
con música voy viajando.

Cuéntame un cuento,
que todavía no es tarde,
cuéntame un cuento,

que la noche está que arde.



Ya lo veía venir, ya. Se les ha subido a la chepa y led está bailando la muñeira, el reggae (?) y el regatton, todos a la vez en la cocorota. La madre le está aullando no se qué de una vasectomía al padre y todos felices y nerviosos a grito pelado nos dan esta noche de fiestas a los que estamos en la cama. Mi vecina la sorda cree haber recuperado el oído milagrosamente. Noche de fiestas en una ciudad costera, ya...





sábado, 24 de agosto de 2013

Por qué amo y odio el mundo de los blogs

Me pierdo en la red, adoro leer blogs y les dedico demasiado tiempo. Ahí está todo, veo mucho talento, perdido entre una acumulación enorme de tonterías. Aún así, la proporción de talento es muy superior al que se ve en cualquier aula, un miércoles por la mañana, si hace sol.

Pero la pérdida de tiempo que supone encontrar esas perlas es claramente una de las mayores desventajas de esto de conocer gente, opiniones o escritos a través del mundo de los blogs. Aunque no la peor.
La peor, la que más me fastidia, sin duda ninguna, deriva de la enorme cantidad de blogs, opiniones y blogs malos que hay. Al final cada uno se hace su trayecto, y acaba leyendo lo que le entretiene, y o bien lo que está de acuerdo con lo que piensa, para reforzarse, o bien lo que está claramente en contra, para ridiculizarlo.
Una pena, pero el tiempo del que disponemos todos es limitado y buscar contínuamente un sitio de calidad acaba siendo agotador. Puedes dedicar una parte de este tiempo a hacerlo, pero la mayor parte estarás en un circuito conocido.
Así que las visitas que hagas, y las que recibas, pueden estar muy prefijadas. Eso está bien para muchos de nosotros. Pero para sitios de divulgación de buena ciencia, no. Es muy raro que reciban un buen comentario que les ayude, o que entablen una discusión con una mentalidad verdaderamente abierta a cambiar de opinión si las pruebas o razonamientos lo merecen. Una oportunidad perdida, que sin embargo muchos no lamentan; tantas veces habré leído lo de si no te gusta esto por qué visitas este blog, que yo no visitaré aquel que tú hagas...mal argumento, se refuerza la visión de que en internet debes moverte por afinidades, no por la calidad de los sitios.

¿Vendrá la solución de las redes sociales?, ni mucho menos. Facebook y Twitter son, con muy pocas excepciones, extensiones más o menos chillonas de los mismos gritos del ego: si no te gusta, vete. Todo esto aumentado por la exposición de fotos, cuentas de amigos, seguidores y pijotadas en vinagre.

La calidad está en los blogs. Y también una pequeña parcela de discusión verdaderamente abierta. Espero que se mantenga.

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Prosigo con la agenda abierta, una forma de obligarme a escribir sobre aquello de lo que he ido tomando notas:

- La historia del descubrimiento del olinguito, por qué no se debe dar por supuesto que un carnívoro coma carne y el lío que son capaces de hacer los periodistas transmitiendo esta historia.

- Hablando del descubrimiento de nuevas especies, cómo se describen estas nuevas especies, con discusión sobre si  muchas podría evitarse matar al animal que se pretende describir..

- El estraño bicho pez de Villaricos, y cómo es que nadie pudo hacer unas fotos algo buenas.Si aparece el bicho pantera negra de Castala también hablaré de ella.

- El tiburón duente. Este lo descubrí a partir de las especulaciones sobre el bicho pez de Villaricos.

- Barbaridades que hace la gente un día cualquiera en una playa. Desde pescar con arpón hasta dejarla sembrada de botellas rotas.

- El calamer gigante.

- Por qué soy y siempre seré una mala blogger del mundo de los animales.

viernes, 16 de agosto de 2013

Nuevas especies de murciélagos: ¿de verdad hace falta matarlos para catalogarlos?

Porque comprendo la manipulación:

                            
                                 Styloctenium mindorensis Murciélago de la fruta de cara listada de Mindoro         (Filipinas), descrito en 2007.

National Geographic  


                               Niumbaha superba, del que hablé aquí, no sé si le han puesto nombre común en español, pero creo que no; descrito en 2013.
 


Pero soy incapaz de entender estas muertes en nombre de la ciencia, y mucho menos cuando se trata de especies en riesgo de desaparición:

Vita aquí
Vista en la web de Bucknell
 
 Verdaderamente me duele ver estas fotos y no entiendo que a estas alturas de las técnicas de investigación no se haga todo lo posible por preservar la vida de los animales que sirven de para describir nuevas especies.

jueves, 15 de agosto de 2013

¿Deberían existir leyes en la biología?

Últimamente estoy intentando ordenar ideas acerca de la biología como ciencia, y sus métodos.

Curiosamente para definir lo que es científico o no es necesario acudir a la filosofía y en especial a Popper y su noción de la falsabilidad. Bien, detesto profundamente la palabra falsabilidad que me parece una corrupción de mi lengua por el inglés, pero el concepto que introduce Popper es a mi entender fundamental para plantear si cualquier reflexión se puede estudiar científicamente, o no.

El caso es que pensando sobre la biología en si, con todas sus disciplinas, me di cuenta de algo, no existen leyes universales. Hay teorías, hipótesis, hay normas, observaciones, estudios...pero leyes, que yo sepa, no.

Yo no me canso de decir que entre los seres vivos la única regla que no tiene excepción es que no hay regla sin excepción, y que la diversidad de la vida es tal que no se pueden sacar conclusiones sin entender que siempre habrá algún organismo -o mecanismo molecular- que las contradiga.
Pero lo cierto es que sí existen reglas sin excepción: todos los seres vivos están conformados por la química del carbono orgánico, necesitan agua para vivir, se reproducen (entro en terrenos pantanosos, los virus ¿están vivos?, son capaces de obtener copias de si mismos pero para generar dichas copias precisan de la maquinaria de replicación de las células que les albergan) y pueden morir. Esto no deja de ser una curiosa forma de definir a los seres vivos, están vivos porque pueden morir.

La ausencia de leyes es para mi simplemente es un hecho curioso en el que he reparado, me ha llamado mucho la atención y me ha dado por pensar en eso, a pesar de no ser bióloga. Quizás esto provoca cierta debilidad conceptual en la biología, en algunos terrenos se puede mover en esquemas demasiado "blandos", demasiado dados a la especulación o a la interpretación excesivamente sesgada o simplificada de las observaciones, acercándola a lo que para mi son paraciencias, como la economía. Aunque hay que planterse con mucho cuidado qué leyes se deben buscar en fenómenos tan complejos y diversos como son los que permiten la vida.

Sí pienso que deberían existir un conjunto de leyes o reglas formales para impedir que los fenómenos biológicos sean objetos de especulación más que de estudio; que los estudios que se realizan sean en muchos casos ejemplos de ciencia deficiente y sesgada; que las interpretaciones de esos estudios, que a su vez pueden ser muy interesadas se extiendan sin pudor ninguno a sistemas ajenos al estudio (y aquí estoy pensando muy especialmente en las neurociencias y en la(s) sociobiología(s), pero no se escapan la ecología, la microbiología y otras muchas disciplinas).

Debería además prestarse más atención a enmarcar bien a la definición de conceptos que se manejan contínuamente y cuyo uso ha saltado al lenguaje común sin que exista un consenso sobre lo que realmente significan. Estoy pensando en "gen", "selección natural", "población", y "especie". Por poner varios ejemplos.

Y echo mucho de menos la existencia de un lenguaje formal propio, como lo tienen las matemáticas, la física con sus ecuaciones dimensionales y la química con sus fórmulas químicas.

Todo esto para que la ciencia que más amo no se convierta en objeto de discusiones contínuas en las que lo que menos se emplea son conocimientos biológicos, sino disquisiciones filosóficas, o semánticas.

Pero también para que se haga libremente por fin biología en nombre de la biología, no con objetivos que son ajenos a su campo como aportar argumentos en favor de la eterna discusión materialismo-no materialismo.

El caso es que estas dudas también se las plantean los propios biólogos:

(Diversos autores hablando de la biología plantean) - una de las cuestiones clave de toda ciencia empírica, que le confiere estatuto epistemológico: la existencia de leyes. En el caso de la física, las leyes de Newton sobre el movimiento trascienden los manuales técnicos para ocupar un sitio en la cultura popular. De acuerdo con la primera, un objeto en movimiento permanecerá en movimiento, a menos que una fuerza externa actúe sobre el mismo (ley de inercia); la segunda, en forma, reza F = ma, y la tercera afirma que «para cada acción existe una reacción igual y opuesta». Pero, ¿cuáles son las leyes de la biología? Biólogos y filósofos de la biología han venido debatiendo esa cuestión durante decenios. Algunos sostienen que en biología no hay leyes, pues las contingencias de las procesos evolutivos reflejarían que las entidades y los procesos biológicos no se atienen a ley necesaria y universal alguna. Para otros, la selección natural constituiría una genuina ley empírica. MacShea y Brandon alegan que han descubierto una ley de fuerza cero para la biología, análoga a la primera ley de Newton. Esa ley de fuerza cero (ZFEL, de «Zero-Force Evolutionary Law»): en todo sistema evolutivo donde exista variabilidad y herencia, en ausencia de selección natural pero en el que otras fuerzas y restricciones operen sobre la diversidad o complejidad, aumentarán en promedio la diversidad y la complejidad. Para muchos no es ley (no cumple las estipulaciones de los enunciados normativos) o cuando menos no lo es de fuerza cero.
 (http://www.investigacionyciencia.es/blogs/psicologia-y-neurociencia/18/posts/biologa-una-ciencia-en-busca-de-leyes-10256)

En lo único que coincidimos según me parece es en llamar la atención sobre la falta de leyes.
Como ya he dicho, yo soy de la opinión de que sí deben existir esas leyes que permitan un discurso formal mucho más fijo, menos dado a las interpretaciones.
Desde luego no iba a fijar como ley un elemento teórico, la selección natural, que todavía hoy no se ha descrito con precisión, y cuya importancia en los fenómenos evolutivos está sujeta a debate. Esto me parece que en lugar de afianzar las reglas de juego científicas de la biología, lo que iba a hacer es volverlas todavía mucho más blandas, fofas, laxas y vagas para que cualquiera las use para argumentar lo que quiera que se le antoje.

Además, que habiendo reglas universales sin excepción (química del carbono, agua, reproducción, muerte), por qué acudir a una teoría para hacerla el centro de la ciencia...

Para mi que se equivocan mucho en elegir la selección natural.

En cualquier caso el debate está abierto y la pelota sigue en el tejado. No hay leyes de momento.

Filman al calamar gigante vivo en su hábitat

A veces uso el blog para hablar de cualquier tema sobre el que me haya documentado, y hacerlo con un mínimo de estilo en la exposición.
A veces para decir sin más cuánto me gusta tal o cual animal. Como me gustan casi todos -la periplaneta americana no-, mejor que no me extienda en este uso porque el desfile de post diciendo lo mismo iba a ser interminable.
A veces para recordarme que tengo que empezar a escribir sobre lo poco que me convence el neodarwinismo, la síntesis moderna o como quiera que les guste llamarlo.
Bueno, ahí queda a ver si me decido de una vez a exponer mis ideas en orden, cosa que me cuesta horrores.
A veces, simplemente uso un post como un recordatorio.
Tengo que verme el video del calamar gigante.
Sí, lo han firmado. Por fin. Es dorado. Habrá muchas definiciones para la palabra curioso, pero un invertebrado gigantesco que vive a profundidades de 800 metros, que fue durante tanto tiempo considerado como una invención de marineros imaginativos y que se ha logrado filmar vivo este año por primera vez, sin duda cumple la mayoría de los requisitos para decir que es curioso (porque habrá algún tiquismiquis que le exija que además cante, digo yo).

http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=live-giant-squid-filmed-in-deep-ocean


jueves, 1 de agosto de 2013

Conviviendo con la sombra de la mala suerte

La mala suerte existe.
A grandes rasgos es una cuestión de azar.
Pero para las cuentas de cada uno, nos puede tocar. Me puede tocar a mi. O a alguien que me importe.

Ocurre una tragedia, pongamos el descarrilamiento del tren de Santiago. Es un asunto de azar, entre todos los trenes del mundo a alguno le toca. Es un asunto de fallos, humanos y técnicos. Pero para los que estaban dentro, era un asunto personal. Con independencia de los factores que les llevaron a estar allí...estaban; y tuvieron esa mala suerte. Que a su vez derivó en peor o mejor resultado según como salieron de ese tren, ilesos, heridos, malheridos, muertos...supongo que todos los vivos arrastrarán algún tipo de problema para convivir con esta experiencia horrorosa.

A todos nos toca pasar por muchos tragos amargos en la vida; si salimos vivos de ellos, para nosotros son experiencias, y mientras duran, vivencias. Para los demás, mala suerte que tenemos nosotros, o los nuestros, y que obviamente ellos no quieren tener ¿quién en su sano juicio lo querría?. Nuestra vivencia provoca miedo, porque les puede ocurrir a ellos. Todos hemos sentido ese miedo.

Lo más desalentador, cuando la mala suerte se convierte en vivencia, es que el que está fuera generalmente la trivializa para poder enfrentarla. Y el recuento que hace de esa vivencia es tan superficial como "menos mal que ya pasó y todo salió bien". Porque esa superficialización es verdaderamente cortante. Es decir, por favor, quédate tan sólo en la superficie, no me cuentes cómo es esto, porque me harás sentir como si lo pasara, impotente, y no quiero perder tiempo ni energías en sentirme impotente, no quiero sentir que yo soy igual de vulnerable que tú.

Lo más desalentador es que eso es lo que hacemos todos. Eso es lo que yo hago. Vivir puede ser muy complicado. A veces.

Pero también puede ser una bendición, poder trivializar el dolor ajeno y darte la media vuelta. Ayer mismo lo hice. En un hospital. Les mandé callar. Aquí todos estamos por un motivo, no vociferen el suyo, que me aburro. Vivr puede ser muy sencillo. A veces.