domingo, 18 de noviembre de 2012

Qué hay detrás de las fiestas crueles a costa de los animales. Un montón de cháchara antropológica y la búsqueda de un chivo expiatorio

Cuando te pones a investigar un poco sobre las razones que se alegan para la existencia y permanencia de las fiestas bárbaras con animales...cuando te pones a investigar un poco, digo, es fácil encontrar un montón de delirantes teorías, muy sesudas y rebuscadas, expuestas por antorpólogos que defienden su origen...y su continuidad.
También hay algún filósofo, como Sabater, y algún iluminado, como el escritor Fernando nosecuantos -no me acuerdo...como intentes usar esto para hacer un trabajo escorlar más te vale rellenar el hueco-, apoyando las corridas de toros, exclusivamente, que le hacen ascos a las fiestas populares.

Para mi una corrida de toros sólo es una forma muy ceremonial de hacer lo mismo, torturar y matar a un animal para el goce del público. Pero lo dejo para otro día.

Hoy estoy con lo más evidente, soez, bajo y enjambroso del espectro de fiestas crueles, las populares.

Vuelvo con los atropólogos, es que son la monda. Se ponen a hablar de cultos celtas, significados arcanos, ritos de hombría y muy pocos, muy pocos tienen el valor de reconocer lo que salta a la vista.
El pobre animal torturado es el chivo expiatorio de la turba que se exalta torturándolo y viendo cómo lo hacen otros.
Y además existe un proceso de euforia al ver la sangre correr, de perder la contenciíón ante la violencia, de aprendizaje de la agresión gratuita.

Qué se obtiene con gente soez que disfruta de ver destrozar, con dolor y saña a un animal inocente de sus problemas y frustraciones.
Pues mantener un orden, que resulta cómodo para los que tienen el poder. La gente paga sus frustraciones con los animales, se siente la mar de arropada en una turba que participa de la misma degradación, y si las cosas van mal...tenemos a gente que no es sensible a el sufrimiento del otro. El truco es hacer que vean como el otro a quien más convenga. Y que se sientan lo suficientemente arropaditos y en camadería para poder ejercer la violencia con ese otro.

Claro, que pueden resultar un poco cobardes cogidos de uno en uno. De hecho muy cobardes.

Así que desde el punto de vista estrictamente práctico claro que le veo el sentido a estas barbaridades. Mantener al gerifalte en el poder y a la gente embrutecida. Lo más bajo de nosotros mismos.




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