sábado, 20 de abril de 2013

Eso de pagarlo con el más débil, con el más ridículo, con el más ingenuo...canalladas cotidianas y mala follá en el ambiente

Foto vista aquí, en donde se habla del bullying
Me fascina la costumbre de pagar las pequeñas y grandes frustraciones con el que está en desventaja. Y sé que esto no es exclusivo del ser humano. Mi gata Blanquita es una gran revanchista, si le regaño por algo, va a pagarlo con Moisés (otro gato mío que además es cojo).
Yo comprendo que es una bajeza obrar así, pero tambiñen incurro en ello de vez en cuando. Me odio cuando lanzo un comentario mordaz o cuando les explico a los testigos de Jehová la cantidad de veces (y sumando) que han predicho el fin del mundo. Es lo que lamo la mordacidad de descarga. Procuro enmendarme, por las veces que yo he sido el saco de golpes de alguien, pero me sigue saliendo de vez en cuando.
Qué decir tiene de las instituciones que permiten dar salida a ese ansia de pagarlas con el más débil, desde el niño de los palos reales hasta las fiestas crueles con animales. Sobrepasan la bajeza y se instalan cómodamente en la más cruel de las canalladas.

Sé a su vez que esta "mordacidad de descarga" atrae las simpatías y el apoyo de mucho público. Por ejemplo, si pones a caer de un burro a las madres que no amantan a sus hijos, acabas recibiendo muchas visitas. Si te explayas contra las que lo hacen por convicción, atraes también muchas otras visitas. Esto de los niños tiene mucho tirón; métete con los que educan, alimentan, visten, o aleccionan a sus hijos de una forma determinada y acabarás haciendo público. Pero no hace falta entrar en temas de niños. Puedes poner las orejas rojas de quien no sabe que los pájaros descienden directamente de los dinosaurios (la furibundez con la que se debaten los temas de los dinosaurios me entusiasma). O las del que no sabe mucho de historia. O las del que se comporta de forma tímida (estas yo me las he llevado a menudo).
La cuestión  (sin entrar en el mundo canalla de la crueldad) es buscar a alguien o algo con el que pagarla y vendrá mucha gente que se explayará, y te aplaudirá.

Y así está internet plagada de sitios en las que por cualquier trivialidad se arma la marimorena, en la que los comentaristas son muchos más agresivos verbalmente que el blogger (que es el primero que lo es, aunque no el que mas), en las que se carga en las espaldas del chivo señalado por el blogger todo tipo de abusos que se hayan recibido anteriormente.

Procuro evitar este tipo de escritura aquí. No me gusto nada, pero nada, cuando me regodeo contra algo o contra alguien por pillarlo en desventaja. Me fascina leer los comentarios de esos sitios tan cargados de mala follá, pero paso de entrar en ese juego.

4 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con tu punto de vista amiga.Gatisaludos de Merlina

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  2. Es muy curioso esto que dices porque yo no tenía ni idea de que funcionara así la cosa, pero ya lo he observado. ¡Qué manera de insultar, me quedo perplejo!
    Qué guerreros son algunos, qué rabia, iba a decir contenida, pero no, no se contienen y atacan de qué manera.
    ¡cómo andamos de mal ¿eh? querida Iyuti!
    ¡fascinantes humanos!

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  3. Fascinantes seres, porque no sólo es de humanos atacar y cebarse con el débil.
    Aunque la mala follá sí que es única de los "racionales"

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  4. Chocada de patitas Fidel (lo decís así verdad?). :D.

    Yo me quedé impresionada con una web de paleología, en la que en cada mensaje el tono era cada vez más insultante. Luego vi que en los paleoblogs abunda el entusiasmo digo la mala leche. Lo que más me fastidia es cuando se unen varios comentaristas contra uno que no va de mala leche, pero que no les gusta y a por él. Eso sí leerlo, me encanta leerlo, ahí peco de cotilla con todas las letras.
    Y es verdad que compartimos esto con muchos animales.

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