sábado, 6 de abril de 2013

Un par o seis más de signos de puntuación

El lenguaje escrito no era igual que el lenguaje hablado, se acogía con mucha más frecuencia a fórmulas de expresión para concitar o representar emociones, estados de ánimo e intenciones. De resultas de lo cual era más sobrecargado.
Hoy no apreciamos estas fórmulas ni esta sobrecarga, y tendemos a escribir de una forma mucho más parecida a la que hablamos.
Y nos encontramos con un problema del que no siempre somos conscientes.
El que lee no entiende el punto de emoción ó de humor con el que has escrito lo que sea.
Sobre frases cortas y poco contextualizadas se deducen emociones muy simples: alegría ó cabreo.
Y se deducen intenciones igualmente simples: ayuda, provocación, soledad. Etc. Algunos también pueden captar la ironía; más bien muchos, pero son tantas las veces que la interpretan como provocación que una vez más hay que cuidar mucho con quien y cómo la usas.

Ahora hagamos la prueba inversa. Pedidle a un interlocutor que hable con un tono oral totalmente monocorde y una expresión facial igualmente neutra. A ver qué deducís de lo que diga. Puede estar diciendo simplemente hay que bajar a comprar más leche; pero sonará raro, y si le veis segundas intenciones, lo más seguro es que sean aviesas.

Pues eso es el lenguaje escrito que empleamos hoy en día. Monocorde y átono. Sin indicaciones de intención. Tal vez si nos inventamos un par de signos de puntuación más, o seis pares más...podamos comunicarnos más eficazmente con este tono escrito tan pobre que se suele usar hoy en día.

4 comentarios:

  1. La verdad es que es muy complejo hablar, mejor dicho, entenderse, sólo con el lenguaje escrito.
    Muy difícil interpretarlo... ahora me quedo comiéndome el coco pensando en si se me entenderá cuando escribo,¡que mira que escribo!

    Respecto a los tonos, me tiene loco esta nueva escuela periodística, repetitívamente monótona y absurda, que en la mayoría de las ocasiones hace que pierda sentido el discurso, debido precisamente a ese soniquete tan poco natural y esa forma de alterar la puntuación lógica de las frases. Y lo peor, es que supongo que les habrán enseñado los logopedas a hablar de esa manera para captar la atención del oyente y que no resulte aburrido el discurso.

    A mi particularmente, me apetece echarles un arañazo... ¡Zas,! en toda la boca

    ¡un rechonchoabrazo!

    P/D: el señor de la leche tenía muy mala idem, que mira con que cara más seria lo pide ...umm...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay una chica en la sexta que parece que está recitando la lección. Es una tía muy guapa que se pone toda tiesa, con los ojos muy abiertos -me llama mucho la atención que los abre mucho :D-, y empieza, buenastardesatentadoenirakveintemuertossubelaprimaderiesgo...a mi me marea. Es átona y asusta verla con los ojos tan abiertos XD.
      Carlitos, a ti se te entiende tooodo y muy bien, je, incluso cuando estás socarrón se entiende muy bien, porque sabes plantearlo muy bien. Hay blogs que me dicen -por ejemplo mi amigo J, el que se parece a David Eagleman- mira cómo es de gracioso, y lo único que leo es a alguien vertiendo la furia contra alguien. Que son superingeniosos, pero si no aportan más que cabreo...y los comentarios más...me mareeeeo. Un beso.

      Eliminar
    2. Me parece que la reflexión es: La falta de entonación me cabrea y el cabreo me marea XD.

      Eliminar
    3. Reflexiono más. No es únicamente que haya blogs muy populares que juegan con enfocar la rabia de alguiena hacia algo o alguien, que por cierto es una forma de conseguir mucha audiencia. Es además que se crea una dinámica cabreada de actuar, los comentarios son lo mejor, elevan la tensión hasta el rechazo absoluto del que opina de forma diferente. Parte de esa tensión viene de que una vez que das rienda suelta a la rabia o a la frustración o a las ganas de ridiculizar, es difícil reflexionar sobre otras opiniones. Pero además es que hay un crescendo de mala follá según se va leyendo más y mas por la forma tan pobre en que están expresados esos mensajes, sin pacifiers. Unpacifier es un palabro mío, viene de chupete en ingles, y del timbre del botón del ascensor, por ejemplo, que se usa para que dejes de pulsar cuando el objeto ha captado la orden. Un pacifier es un apaciguador, es un giro para decir "pensemos esto de otra manera", "si bien puede ser así, consideremos que"...pero poca gente usa esas expresiones hoy en día, por un lado por las prisas en escribir, y por otro porque se considera que son anticuadas. Sin embargo, cumplen una función importante, que echo de menos en muchas partes, incluso a veces en lo que yo misma escribo.

      Un besazo.

      La Lyuti en off

      Eliminar