miércoles, 29 de noviembre de 2017

Salamanquesa, también en mi portal



La cosa es así de sencilla. Una salamanquesa gorda y jugosa se evadió del calor de un par de días de verano en el portal de mi casa. Debía estar muy agusto con tantos insectos para cazar por las noches, y una pared fresquita para descansar durante el día. Me preocupó que alguien le diera un escobazo, la gente no suele tener mucho aprecio por estos reptiles y ya me han contado varias veces la superstición de que si se están en tu dormitorio pueden caerse en tu boca y matarte.

Afortunadamente para el reptil, ni estaba en el dormitorio de nadie, ni nadie reparó en su presencia. Si tuviera más tiempo dedicaría un par de párrafos a las almohadillas especiales de sus dedos que le permiten adherirse a la pared de esa manera (lo haré en otro post). Si hubiera tenido mejor cámara la foto también sería mejor.

Pero para mi es un buen recuerdo de lo cerca que tenemos tantos animales pequeños en los que no solemos reparar, y mejor así para ellos.

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