viernes, 16 de julio de 2021

Epigenética y Lamarck

Cuando tengo tiempo, escribo con música de fondo, y al releerlo noto el efecto de las endorfinas. Lo cual me hace divagar sobre cuál sería el efecto de la oxitocina sobre un escritor o artista, pero... no he venido a eso :)

En mi opinión, sí. Ahora bien no pretendo que quien lea esto esté de acuerdo conmigo.

Pero para los genetistas y muchos biólogos evolucionistas hay dos puntos de fricción muy importantes. 

El primero es que no se considera probado que la herencia epigenética pueda contribuir a la evolución a largo plazo (fijando la atención en animales, y muy especialmente en vertebrados, y esto lo explicaré un poco más abajo), y el segundo que aunque se probara es discutible que la herencia epigenética sea de tipo lamarckiano.

¿Contribuye la herencia epigenética a la evolución?

Functions and mechanisms of epigenetic inheritance in animals | Nature  Reviews Molecular Cell Biology

En este gráfico se explica por qué se prefiere hacer experimentos con machos. La mitad de las fases de la gametogénesis de los óvulos ocurren en el feto de las hembras, en el interior de la madre. Es muy difícil discernir si algunos cambios se deben a la presión ambiental que sufre la madre durante la gestación y que afecta a sus hijas igualmente, o a que esta madre ha transmitido epigenéticamente las marcas epigenéticas a sus hijas. Para evitar dudas, se exige que las hembras transmitan los efectos una generación más, a partir de la F3 en adelante. Por tanto, para ahorrar tiempos, generaciones, costes y discusiones, se suelen usar machos.

Cuando hablamos de herencia epigenética lo que estamos expresando es la herencia de “marcas epigenéticas” (moléculas que alteran la expresión de los genes sin modificar el patrón básico del ADN) entre varias generaciones que se transmiten de progenitores a descendientes de forma no genética Ya sé, ya sé que esto suena complicadísimo, pero es lo que buscan los biólogos moleculares para decir que algo es herencia epigenética o no lo es.

Me voy a permitir una pequeña licencia; a las bacterias se les da magníficamente usar la epigenética, pero por algún motivo extraño lo que hagan las bacterias parece que no le llama mucho la atención a la gente que se encargan de escribir libros o artículos divulgativos sobre evolución, a pesar de que las bacterias son tan abundantes.

Los libros suelen hablar de un montón de casos de genética en organismos pluricelulares y luego dedican una extensión menor a los asombrosos trucos de supervivencia de las bacterias; y no es que no haya estudios sobre las bacterias que interesan a muchos microbiólogos, sino que -dicho de forma muy genérica- nuestro entendimiento de lo que es evolución está sesgado hacia nuestra especie, cuanto más se diferencie un organismo de nosotros mucho más nos va a costar admitir un mecanismo de evolución “nuevo”. O sea, que para hablar de evolución hay que irse a organismos eucarióticos pluricelulares.

Hasta ahora se considera que esta transmisión de marcas epigenéticas es estable y compatible con cambios evolutivos en algunos tipos de plantas como por ejemplo varios casos de diente de león y la arabidopsis thaliana, una planta crucífera en las que las marcas epigenéticas controlan aspectos ligados a la floración y resistencia a la sequía en función del ambiente.

Y también se admite sin problemas algunos casos de herencia epigenética en gusanos como el sufrido Caerdohabditis elegans

 
(Queda mucho más mono si lo ponemos así, y es que los investigadores tienen su corazoncito artístico)
Ravelry: Model Organism: Caenorhabditis elegans pattern by Marg Crawford

moscas de la fruta (Drosophila melanogaster), y ya cuando la cosa se empieza a poner interesante el pez cebra (Danio rerio), y alguna cosa en ratones (como el patrón de metilación del gen agutí amarillo viable y algún otro).

De momento lo dejo aquí.

Mientras tanto, y es que eso del "boom" de la epigenética ocurrió hace más de dos décadas, se entendió que la epigenética era crucial para entender algunas diferencias fenotípicas entre humanos y otros primates. Pero ojo, se encontraron patrones de metilación -un tipo de marca epigenética- muy diferente en genes de humanos, chimpancés, gorilas y orrangutanes, lo que no se encontró es que esos patrones de metilación se heredaran epigenéticamente y este es el problema para entender esto como herencia epigenética.

Como herencia de marcas epigenética en primates y humanos tan sólo se admite, a día de hoy, la impronta genética y el silenciamiento del cromosoma X en las hembras. No deja de ser curioso que se acepte esto, dado que no se sabe cómo se heredan esos patrones, pero es lo que figura en textos académicos bajo tal concepto a día de hoy.

Vuelvo a los experimentos. Se han hecho muchísimos experimentos que sugieren muy firmemente la existencia de herencia epigenética en ratones -además de la herencia del gen agutía amarillo viable que he comentado antes-, primates y humanos. En este estudio, con el muy significativo nombre de “Lamarck rises from his grave: parental environment-induced epigenetic inheritance in model organisms and humans” se hace recuento de 25 casos de inducción de herencia epigenética debido al ambiente al que se somete a los padres en ratones, ratas, algún mamífero más y humanos, aparte del gusano, la mosca de la fruta y el pez cebra que me mencionado antes.

Especialmente significativo es un experimento en el que se indujo la adversión al olor del cerezo a ratones (pobrecitos, les condicionaron este miedo con descargas eléctricas) y esta rechaze lo heredaron hijos y nietos. Podríamos estar hablando, por fin, de cómo adquiere una especie el “conocimiento” instintivo, y cómo lo transmite a sus descendientes, un enorme avance en nuestra comprensión de los procesos evolutivos.

Respecto a humanos, los estudios más complejos y completos son los de la hambruna holandesa y el estudio de las cortes de Överkalix, que a pesar de haberse hecho con un buen planteamiento presentan el problema, sobre todo en el segundo, de que son estudios estadísticos sobre determinados caracteres, pero no se ha demostrado que estos caracteres se hayan transmitido epigenéticamente.

Y este es el gran pero que le ponen muchos genetistas a los estudios sobre la herencia epigenética en mamíferos, que no se ha demostrado que esta información se haya transmitido epigenéticamente ni mucho menos se han indicado los mecanismos moleculares por los que se puede transmitir, que lo único que presentan son indicios. A los estudios sobre herencia epigenética en mamíferos se les somete a un nivel de presión enorme, y esto tiene consecuencias positivas (cada vez se están afinando más) y consecuencias negativas (algunos buenos estudios no adquieren demasiada difusión).

Pero supongamos que lo admiten, que se llega al consenso de que alguno de esos estudios prueba sin lugar a dudas la herencia epigenética estable en mamíferos, ¿sería suficiente para que se admitiera el peso de la herencia epigenética en mamíferos?, pues no para todos, porque ya hay muchos artículos en los que se argumenta que este tipo de herencia sólo aguanta unas generaciones y se revierte al cabo de las mismas.

¿Es la herencia epigenética de tipo Lamarckiano?

Pues aquí hay que agudizar muchísimo la atención porque el nivel retórico de las discusiones se vuelve asombroso.

Los que se oponen a que esto sea herencia Lamarckiana aducen lo siguiente:

  •  Que es un tipo de herencia que demuestra que el ambiente influye en la evolución de los organismos, pero -redoble de tambores- que lo que dijo Lamarck fue que ¡el organismo evolucinaba por respuesta al ambiente! [
    Vale, vale, en cualquier caso lo que esto nos está probando es que al menos el organismo tiene una antena apuntando al ambiente para ver de qué va eso del mundo en el que va a vivir, lo de que el cambio es consecuencia de una respuesta al ambiente se puede probar más adelante o no, pero vamos que el nivel de retórica del argumento es difícilmente superable…pero…¡se supera!]

  • Pero me he dejado lo mejor para el final, no hay crítica más surrealista que esta. No es herencia Lamarckiana porque Lamarck no habló de evolución por caracteres adquiridos… Esta sí que es buena, si llevamos más de un siglo burlándonos de su teoría por lo del cuello de las jirafas, y diciendo que el Lamarckismo es la teoría que postula la herencia de los caracteres adquiridos, y ahora que por fin encontramos algo para defenderle no vale, no porque la epigenética no se pueda interpretar así… sino ¡porque resulta que Lamarck decía otra cosa! A mi esto ya me parece ganas de meterse con Lamarck a toda costa. Lamarck’s Actual Lamarckism (or How Contemporary Epigenetics is not Lamarckian)

En fin, ¿qué está pasando que el tema de la epigenética y la evolución provoca tanta controversia?, pues a mi entender concurren varios problemas. El primero es que internet es internet y cualquier discusión se lleva al extremo, y se eterniza absurdamente.

Pero ocurre más, hay manía a Lamarck. Se busca cualquier hueco para negar su contribución a la historia de los estudios de la evolución, y las razones no son atribuíbles ni a Lamarck ni a su libro (que curiosamente ha empezado a aparecer en alguna librería en una edición recién traducida por lo que tengo entendido). 

La manía viene de 150 años de discusiones retóricas; de abusos tan terribles como el cometido por el siniestro Trofim Lysenko (a quien curiosamente se le reconoce alguna aportación al conocimiento de la vernalización en plantas), a la distorsión de entender lo que dijo Lamarck en alusión a que los organismos evolucionan a entender esta evolución como algo que se confecciona voluntariamente y a medida del organismo, a las inacabables discusiones entre evolucionistas y creacionistas que salpican la memoria de los creadores de las teorías con las que argumentan los segundos, y a que muchos biólogos y divulgadores piensan que dejarle un hueco al señor Lamarck en esto de la evolución no es posible porque toda la silla la tiene que ocupar el señor Darwin.

Curiosamente muchos de los que decimos Lamarck en voz alta también tenemos plaza para más gente, entendemos que la endosimbiosis y la Transferencia Lateral de Genes, por citar dos, son también de obligado reconocimiento para comprender un poquito mejor qué es esto de la evolución.

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