Me gustaría que fueran muchos más, pero es lo mínimo que le pido al día. Cuatro minutos, el tiempo de alguna canción larga que adoro, el tiempo de un café rápido pero animado, cuatro minutos sólamente, hacen tanto bien.
Tanta vida malgastada en quejarnos al primero que nos encontramos, tantas veces repitiendo las mismas cosas días tras días, tantos extractos de conversaciones que oímos que no tienen más sustancia que la queja. Me aburren.
Quiero mis cuatro minutos todos los días.
Una canción relajadita de REM, suerte tengo de que me guste tanto la música de este grupo y otros que no están dentro de la afilada sombra de la desgraciada Sgae.
Nightswimming
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