Podría decir que este gatito se peleó con otro y quedó malparado, pero la verdad es mucho más compleja. A consecuencia de una leucemia, sufría de una urticaria crónica que le provocaba tales picores que literalmente se despellejaba vivo rascándose. De seguir en la calle hubiera muerto en poco tiempo, infectado, despellejado y sin poder alimentarse.
¿Aún seguís pensando que la calle es el sitio de los gatos domésticos?.
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