miércoles, 6 de marzo de 2013

Un momento para recordar, cuando veo una comadreja

Es el segundo día de marzo y estoy en el campo. Todo esto es muy normal, salgo al campo cuanto puedo y los días de marzo se suceden a ritmo de uno por año.
Estoy viendo un animalejo moverse.
También es muy corriente, hay muchos conejos por donde yo suelo ir.
Lomo pardo, un giro, de nuevo avanza. hay algo raro entre las cañas. No se mueve lo rápido que debería. O no salta. O va a saltitos diminutos.
Unos puntitos negros, ojos y hocico. Ahora la veo bien. Es preciosa, es dimintua, es una comadreja que pasa despistada hasta que se da cuenta de que hay alguien ahí.
Se hiergue, olisquea, se queda quieta. Mejor ponerse a cubierto.
Se hiergue, olisquea, se queda quieta. Es una comadreja, a cinco metros.
No tengo cámara de fotos, y aunque la tuviera, seguramente habría hecho una foto lamentable. Qué más da, he visto una comadreja, y no es fácil verlas vivas por aquí, si no te pasas horas inmóvil...cosa que no me gusta nada; admiro a la gente que tiene la paciencia de estar tanto tiempo escondida para hacer fotos, o ver pequeños mamíferos, precisamente porque no me gusta estar quieta. Lo casual del encuentro lo hace más especial.
 

2 comentarios:

  1. ¡Qué suerte y envidia! eso lo dice mi madre que sólo ha visto dos vivas en su vida(y fue visto y no visto) y y una chiquitina, muerta por un gato vecino.

    Desde que vivimos por el campo ha visto unas cuantas garduñas( tiene una foto lejana, pero se reconoce) y un precioso tejón.
    ¡achuchones! y a salir más, que en marzo se activa todo!

    ResponderEliminar
  2. Iremos al campo, aunque sea en canoa ;D. A mi me gusta ver los animales así, sin forzar las cosas esperando horas al acecho. Me gustaría saber más de rastros, soy una tía de ciudad aprendiendo sobre la marcha y me falta entender el campo...por este encuentro me maravilló. Las garduñas son también preciosas, los mustélidos lo son todos. U abrazo!.

    ResponderEliminar