Llega de nuevo la navidad.
Los regalos para los niños.
Los caprichos, las prisas, el no saber qué hacer.
Los niños que piden, piden un perrito, un gatito, un yako o un criadero de hormigas.
Y puedes pensar que es una buena idea darle ese capricho.
Pues resulta que es una gran idea para los que comercian a gran escala con animales, esos criaderos intensivos en los que programan las cosas para que tú puedas admirar ese cachorrito tan tierno en ese escaparate justo ahora, antes de navidad.
Pero para vosotros, que haceis la compra por impulso, no va a ser una gran idea.
El animal come, caga, crece y necesita de unas atenciones diarias y de unas vacunas. En cualquier momento te vas a cansar de cualquiera de estas cosas.
Piénsalo.
Piénsalo.
Deja pasar las navidades.
Planteate si lo vas a atender por el plazo que dure su vida. Planteate si lo vas a querer atender.
Piénsalo.
Y nunca, nunca, nunca regales un animal en navidad.
Tengo unas ganas enormes de contar lo que es la trastienda del mundo de los criaderos y el de las protectoras, pero bueno, en este momento sólo quiero recordar:
Nunca regales animales en navidad.
Nunca compres un animal por un impulso.
Si quieres comprar un animal es preferible que lo hagas en un criadero en el que puedas ver cómo los crían y en qué condiciones los tienen, y puedas conocer a lo dueños.
Sé que hay criaderos a cargo de personas muy entregadas a sus animales, amorosas y dedicadas, pero como conozco el mundo de la protección animal, prefiero la adopción, que salva dos vidas, la del animal que adoptas y la del que pueden sacar de la calle para ocupar el hueco del que has adoptado.
Y nunca abandones.
Si tienes hijos enséñales a ser responsables.
De acuerdo contigo. Sabes el problema que tenemos con los mapaches, esos animales tan monos que se convierten en un problema cuando crecen y la familia no puede cuidarlos. ¿Qué hace la gente con ellos entonces? Pues soltarlos en el campo. ¿Y qué hacen ellos? Adaptarse y multiplicarse. Son muy agresivos, depredan cualquier cosa que tienen a mano y es mucho lo que alcanzan pues solo les falta volar. El problema es considerable pues afecta a la biodiversidad al no tener enemigos. Son nocturnos, esquivos y difíciles de ver. Están porque los hemos invitado y se han multiplicado en estos últimos años. Están para quedarse y romper el equilibrio de nuestra querida fauna autóctona. Las tiendas de animales venden todo aquello que tenga colorines y que suene raro. Pues muchos de estos animales acaban escapándose, adaptándose y luchando como es natural por sobrevivir a costa de los nuestros. Este es un caso con un mamífero pero hay peces, plantas, árboles, reptiles, aves que hemos introducido sin escrúpulos y ante la desidia de los con una ley sensata lo hubieran podido impedir.
ResponderEliminarHola, muchas gracias por comentar.
ResponderEliminarEl tema de los abandonos de fauna exótica, que me parece que conoces muy bien, es uno de esos aspectos del comercio de animales que queda en la trastienda, que es como llamo yo a todas las cosas que no se cuentan cuando compras un animal por impulso.
Como muy bien cuentas los mapaches están provocando muchos problemas en las zonas que han conseguido aclimatarse, en el bajo Jarama son un dolor de cabeza. Encima, apenas hay protectoras que los acojan cuando pueden conllevar cierto peligro, en Madrid estaba el Exotarium que tuvo que cerrar porque no podían mantenerlo y la administración desde luego no ayudaba. Conozco casos de gente que buscaba dónde dejar pumas, serpientes, todo tipo de animales peligrosos. En Almería es posible que haya un felino grande suelto que todo el mundo sospecha que viene de un abandono o una fuga...
Luego está el asunto del consumismo, no nos damos cuenta de el impacto que provocamos con los fenómenos en masa. Si queremos animales exóticos, provocamos un desastre en las zonas donde los cazan. Si queremos perros de raza, los criaderos centroeuropeos, que no tienen ningún escrúpulo, producen en masa esos perros de raza. Si se abandonan esos perros en masa, se provocan problemas como el aumento de manadas de perros callejeros que está ocurriendo por ejemplo en Rumanía.
En fin, a ver si me siento con calma y escribo todo esto con más orden. La trastienda de una tenencia de animales irresponsable es terrible, ojalá nos paráramos a pensar en lo que provocamos.
Huy si que problema ,aquí es mucho peor con los depredadores de la fauna silvestre que como bien sabes es de una variedad abundante en cuanto a especies.Lo que no saben los que a orilla de carretera venden esos especímenes sin importarles nada,es que muchas de ellas mueren en cautiverio,generalmente las compran insensatos que no tienen idea del daño causado al ecosistema por hacer un regalo exótico.Aparte de esa reflexión el regalar simplemente un animal de compañía, conlleva una responsabilidad que la mayoría de las veces por desgracia el receptor del regalo por muy cuchi que le parezca , no esta preparado para asumirla así que por desgracia esta destinada a engrosar el numero cada vez mayor de mascotas abandonadas por sus dueños.Amiga que gusto me da leer tus acertadas crónicas en pro de la flora y la fauna,Feliz Navidad para ti y los tuyos te deseamos Fidel y Merlina.
ResponderEliminarHola Fidel. Qué pena lo que me cuentas de cómo los sacan de sus campos y selvas y los venden en las mismas carreteras. Verlo debe ser terrible. También muchos de estos animales que sacan los furtivos acaban en el tráfico ilegal en Europa.
EliminarY es verdad que me he centrado en el texto en los regalos a los niños, pero regalar un animal a cualquier persona, hacerlo objeto de consumo, tiene la mismas connotaciones.
Intento aportar mi pequeño grano de arena en el blog, que es lo mismo que haces tú con el tuyo, que hace ver lo especial que es la relación con los animales.
Felices Navidades también a ti y los tuyos, tú casi juntas las fechas especiales, je, je. Un placer saludarse desde ambas orillas del oceano.