Evolutivamente la cara va ligada a la aparición del esqueleto, interno o externo, y eso es un invento de la fauna del cámbrico, por lo que los animales que aparecieron antes no tienen nada que podamos identificar como rostro.
Los cnidiarios son anteriores a ésa época se considera que son de los pocos descendientes que nos quedan de la fauna de Ediacara
(lo de Ediacara viene del lugar donde se estudiaron la mayor parte de
los escasos fósiles que tenemos de ese periodo y no tiene nada que ver
con las caras), parece que tienen nombre de marciano pero son las
conocidas medusas y corales, y los no tan conocidos pennatulaceos que
resultan bastante atractivos:
Si
te interesan las curiosidades sobre los animales te recomiendo que
investigues sobre los modos de reproducción de los cnidiarios, hay
muchas especies que alternan generaciones asexuales con generaciones
sexuales, generaciones fijadas al fondo con un pie como en las foto con
generaciones que se pueden desplazar y muchas cosas asombrosas más.
Los ctenóforos también carecen de “cara”:
Bien, pues dije que
lo de la cara va ligado al esqueleto porque permite la articulación de
una de las partes más importantes de los animales, la boca. Con una
boca que puedes abrir y cerrar a voluntad es más probable que te de por
ir por ahí buscando comida, y precisamente este es uno de los cambios
más espectaculares entre los ediacara y los cámbricos, que entre los
segunos abundan los animales que no estaban fijos al sustrato en ningún
momento de sus vidas. Alrededor de la boca se fueron agrupando los
órganos externos que permitían al animal las dos funciones básicas de
buscar comida y localizar peligro, tales como ojos, antenas etc, además
de los elementos encargados de trocear la comida como los apéndices
bucales de los insectos o el pico de los pulpos.
Pero…los
animales son sorprendentes, no todos los que surgieron a partir de la
aparición de los esqueletos quisieron seguir esa moda de tener caras.
Algunos optaron por la antigua tradición de filtrar comida y pudieron
prescindir del engorro de la boca y los ojos. Los conoces muy bien, son
las ostras, navajas, mejillones, chirlas, etc. Es decir los moluscos bivalvos, y no les ha ido mal con esta estrategia, hay más de 13000 especies:
Hago
un pequeño inciso para aclarar que se han descrito fotoreceptores en
muchos bivalvos que distinguen la oscuridad de la luz, alguno de estos
fotoreceptores son más compelejos e incluso tienen “ojos” con lentes,
pero no están distribuidos de forma localizada en una parte de su cuerpo
que pudiéramos llamar cara. Ahora, eso sí, algunas veces estos ojos
producen un efecto espectacular como en esta ostra:
Por
otro lado, para acabar de aliviar mi conciencia con las medusas y
familia, tienen un sistema nervioso bastante complejo e incluso hay
estudios que afirman que algunas especies pueden dormir a pesar de no tener un cerebro centralizado.
Los braquiópodos, conodontos y ostrácodos
también del cámbrico, no se caracterizan por tener algo que
reconozcamos como cara, aunque en el caso de los ostrácodos se aproximan
más:
Y los equinodermos, que optaron por una solución rara, simetría radial lo cual favoreció la ausencia de caras:
Y no nos olvidemos de Bob Esponja:
Porque las verdaderas esponjas,
son animales que viven fijados al suelo marino y no se parecen
demasiado a Bob. Con las esponjas he tenido un problema, parece que
surgieron antes de la explosión cámbrica, pero no hay fósiles hasta ese
momento:
Dije
que no iba a olvidarme de Bob Esponja pero resulta que me he olvidado
de su amiguete equinodermo, y mira que estaban cerca. Pues a reparar el
fallo, ¡adelante Patricio Estrella!:
Habrá
muchos más, por ejemplo los parásitos están tan transformdos que a
pesar de tener una zona que anterior con su parte bucal, nos cuesta
reconocer eso como cara: