miércoles, 30 de noviembre de 2011

Seguirán diciendo que los lagartos son aburridos

  Ya he comentado que me resulta chocante el concepto tan cicatero que tenemos de los reptiles.  Se los tiene por lentos, poco inteligentes y solitarios. Se los percibe como animales en general poco llamativos. Incapaces de adoptar algún tipo de estrategia para alimentar o aparearse, porque exigirían un tipo de coordinación social que atribuímos inconscientemente a animales que consideramos más desarrollados como los mamíferos o las aves.

  Ejemplos de este tipo de prejuicio no faltan. Es muy curiosa la frase del paleontólogo Alan Grant personaje de la película Parque Jurásico I, 1993, cuando ve un grupo de dinosaurios huyendo de un predador,  "se mueven en manadas, igual que las aves". Y que los peces también. ¿Pero es que no hay reptiles que puedan moverse en grupo?, sin entrar en excesivo detalles de organizaciones en clanes familiares, sólamente en grupo...

  En los libros de divulgación de dinosaurios se incide contínuamente en que eran animales activos, contraponiendolos a los reptiles modernos -es decir actuales, que pueden ser en muchos casos posteriores a los dinosaurios, pero pertenecen a un linaje muy antiguo, diversificado y con una gran creatividad anatómica-. Es frecuente que se emplee el argumento de la actividad como una prueba de alta tasa metabólica que denota un organismo endotérmico. Esto implica que los reptiles ectotérmicos deben ser poco activos. Sea lo que sean los dinosaurios, club al que se pertence por una cuestión de calaveras y caderas, y no de tamaño, metabolismo o persistencia de escamas, ¿realmente son así nuestros reptiles?.

  Por suerte, la variedad de la vida es tal que permite la posibilidad de observar la rebelión conceptual de nuestros reptiles actuales ectotérmicos de corazón de tres cámaras, quienes en su obstinación por seguir apostando en el juego de la supervivencia, se muestran capaces de darnos muchas sorpresas y más de un sobresalto. Es de agradecer tanto la escasez de conocimientos sobre mecánica eficiente del movimiento articular así como el escaso poco al dogmatismo teórico sobre la vinculación del tipo de metabolismo al grado de actividad que exhiben con total desparpajo, y despilfarro de colorido (esto último se lo podemos agradecer directamente a las discretas hembras).

  Por suerte tambien, tenemos a David  Attenborough que lo cuenta con tanta gracia como pasión; haciendo lo que mejor puede hacer cualquier curioso de los animales, primeor disfrutarlo y después transmitirlo. Curiosamente su hermano Richard era uno de los protagonistas de Parque Jurásico, el que liaba todo el cotarro clonando dinosaurios con métodos bastantes discutidos.

La naturaleza siempre se ríe de cualquier tipo de clasificación que queramos hacer. Como decían en Parque Jurásico en una cita que me gusta más que la anterior, la vida se abre paso, de qué forma, nadie puede preverlo. El juego de la vivir y sobrevivir sobrepasa nuestra capacidad de imaginación.


Video de Planet Earth (2006):
(No sé por cuanto tiempo estará disponible el video, pero mientras dure...)


Y por suerte, una vez más,  podemos seguir llamándolos reptiles, a pesar de que cada vez con más frecuencia aparecen listillos dispuestos a perdonarnos la vida porque la clasificación filogenética de moda hoy en día, ay la cladística, qué dolor de muelas, aborrece la palabra reptil. Por ello mismo es un placer decir reptil, disfrutar de la persistente vibración sonora de la r, la explosión sorda de la p, la contundente palatabilidad de la t, bonita palabra difícil de pronunciar para quien no tenga el español como lengua materna, con nuestras vibrantes erres, reptil, reptil, reptil...

La aventura de las plantas, de Jöel Fajerman, 1979.

4 comentarios:

  1. Joder, qué chulos. Y corren que se las pelan. Si tienes un pequeño ejército, se les pueden poner mopas de algodón en las patitas y la cola y seguro que dejan la casa más limpia que una patena.
    La verdad es que como les dé por rebelarse lo tenemos bastante crudo. Con lo llamativos que son, te atraen y luego ¡zas! Menos mal que no son antropófagos, si no hubiéramos desaparecido hace mucho.

    Los reptiles me han alegrado la mañana. Reptil-reptil-reptil...

    Un beso.

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  2. Pues yo me estoy partiendo con lo de las mopas de algodón, cómo eres, fíjate que sería una solución para el pelo de los gatos, si no fuera porque se enganchan a los gatos :).
    Un beso a ti también y duro con los exámenes.

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  3. Rápidos, rapidÍsimos, en cuanto pueden ¿zas! se te enganchan en la pata.
    Me encanta el entusiasmo de David, así lo llamo yo, es que es como de la familia.
    Saluudos!

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  4. Pues lo has dicho mejor que yo en una palabra, entusiasmo, si es que cuenta las cosas con cara de estar flipando.
    Efi, es que lo tuyo con las lagarpatas es insuperable, ni David, seguro que también se partiría con el documental del ataque de la beztia reptiliana.

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