Son fascinantes. Mamíferos que han atravesado cambios tan dramáticos para poder volar, y que han logrado un éxito abrumador con este paso, con casi mil especies conocidas. Y tengo la impresión de que nos quedan bastantes por descubrir.
¿Qué ha ocurrido?, un grupo de investigadores de la universidad de Bucknell, Pensilvania (nombre que tiene la virtud de borrárseme de la memoria según lo voy escribiendo, tengo que decirlo), estaban recolectando ejemplares de murciélagos en el Parque South Sudan’s Bangangai Game Preserve (apuesto a que este nombre también lo olvido, pero vamos, en el Sudán del Sur), en Julio de 2012, cuando se dieron cuenta de que uno de los que había caído en la red era terriblemente llamativo, una monada negra con bandas y manchas de color crema.
Bien, aquí tengo que aclarar que estos zoólogos hicieron exactamente lo mismo con el animalito que lo que hacían a finales del XIX con el Xenicus en la isla de Stephens. Es decir, lo mataron y lo conservaron con el mayor esmero posible, para estudiarlo con detenimiento. También aclaro que no me hace ni puñetera gracia esto de ir descubriendo especies a costa de matar a sus componentes ejemplares, y que va siendo hora de idear procedimientos menos dañinos para los bichos; pero que es lo que ocurrió con este murcielaguillo.
Prosigo, después de revisar bibliografía, los científicos comprobaron que el animal se había capturado anteriormente, en el Congo Belga (en 1939 cuando se hizo la primera descripción, ahora es la República D. del Congo), en Costa de Marfil y en Ghana (este último nombre no lo olvido, esto de los murcis debe venirme de hace tiempo). Se clasificaba a la especie en el género Glauconycteris, un grupo de murcis de pelaje colorido con patrones de bandas y manchas.
Los zoólogos se aplicaron a estudiar bien la anatomía de la hembra que tenían, y descubrieron que“Es tan único“, según indica el profesor DeeAnn Reeder, jefe de la investigación, “que
podemos decir que estamos ante un género nuevo. Sus características
craneales, de las alas, su tamaño, sus oídos… no encaja con nada de lo
que ya hay“. Así que le han asignado un género para ella solita, y la han renombrado como Niumbaha superba -niumba significa raro por Sudán según dicen-.
Los orgullosos descubridores de la criatura
Como es excepcional encontrarse con murciélagos con colores contrastados, el descubrimiento despierta la imaginación y se los compara con los panda, y con los tejones. A pesar de que las pocas capturas hasta la fecha parecen indicar que sean pocos numerosos, los investigadores creen que no son raros pero sí difíciles de encontrar porque vuelan a gran altura. El descubrimiento ha llamado la atención sobre la biodiversidad en el Sur de Sudán, donde los largos periodos de guerra han dificultado el acceso a los científicos.
Por mi parte, además de alegrarme de ver un bicho tan bonito, y feo a la vez, desear que sea cierto que no están en riesgo de extinción. Y que les dure la paz en Sudán del Sur, demasiado mal lo han pasado.
Todas las fotos del post están disponibles en gran resolución en este enlace de Bucknell:
Me fascina la costumbre de pagar las pequeñas y grandes frustraciones con el que está en desventaja. Y sé que esto no es exclusivo del ser humano. Mi gata Blanquita es una gran revanchista, si le regaño por algo, va a pagarlo con Moisés (otro gato mío que además es cojo).
Yo comprendo que es una bajeza obrar así, pero tambiñen incurro en ello de vez en cuando. Me odio cuando lanzo un comentario mordaz o cuando les explico a los testigos de Jehová la cantidad de veces (y sumando) que han predicho el fin del mundo. Es lo que lamo la mordacidad de descarga. Procuro enmendarme, por las veces que yo he sido el saco de golpes de alguien, pero me sigue saliendo de vez en cuando.
Qué decir tiene de las instituciones que permiten dar salida a ese ansia de pagarlas con el más débil, desde el niño de los palos reales hasta las fiestas crueles con animales. Sobrepasan la bajeza y se instalan cómodamente en la más cruel de las canalladas.
Sé a su vez que esta "mordacidad de descarga" atrae las simpatías y el apoyo de mucho público. Por ejemplo, si pones a caer de un burro a las madres que no amantan a sus hijos, acabas recibiendo muchas visitas. Si te explayas contra las que lo hacen por convicción, atraes también muchas otras visitas. Esto de los niños tiene mucho tirón; métete con los que educan, alimentan, visten, o aleccionan a sus hijos de una forma determinada y acabarás haciendo público. Pero no hace falta entrar en temas de niños. Puedes poner las orejas rojas de quien no sabe que los pájaros descienden directamente de los dinosaurios (la furibundez con la que se debaten los temas de los dinosaurios me entusiasma). O las del que no sabe mucho de historia. O las del que se comporta de forma tímida (estas yo me las he llevado a menudo).
La cuestión (sin entrar en el mundo canalla de la crueldad) es buscar a alguien o algo con el que pagarla y vendrá mucha gente que se explayará, y te aplaudirá.
Y así está internet plagada de sitios en las que por cualquier trivialidad se arma la marimorena, en la que los comentaristas son muchos más agresivos verbalmente que el blogger (que es el primero que lo es, aunque no el que mas), en las que se carga en las espaldas del chivo señalado por el blogger todo tipo de abusos que se hayan recibido anteriormente.
Procuro evitar este tipo de escritura aquí. No me gusto nada, pero nada, cuando me regodeo contra algo o contra alguien por pillarlo en desventaja. Me fascina leer los comentarios de esos sitios tan cargados de mala follá, pero paso de entrar en ese juego.
Una pareja de algo parecido a dromeosaurios relajados en un claro de bosque cretácico.
Supongamos que la escena tiene lugar hace setenta y cinco millones de años.
Pueden recordar algo a Linheraptores, o tal vez a Hesperonychus, pero sólo es una sensación pasajera que se borra al mirarlos con detenimiento.
Porque lo único que se pretende es un parecido general, no una identificación del género.
Porque lo que importa es la sensación que se quiere transmitir. De
emoción. La hembra se ha detenido un momento para gozar de ese aroma,
tal vez la próxima comida. El macho está simplemente embelesado con la
hembra.
Supongamos que la escena tiene lugar dentro de cinco millones de años. Otros protagonistas, la misma obra.
Se acerca la primavera. Se nota.
Pues lo que quería hacer era un dibujo hiperrealista, porque me encanta jugar con la realidad que nunca existirá, para contar algo que existe siempre.
Aquí está, el último de la galería de dibujos facilitos, por el momento.
Por fin logré terminarlos. Cuando iba a ponerles la fecha pregunté en que día estábamos. El 21 de Marzo de 2013, cuando entraba la primavera. Parece que no podía ser de otra forma.
(En mi cuaderno de observacines tengo apuntado: Los aviones aparecieron el 9 de Marzo, las golondrinas el 14 de marzo, los abejarucos el y los vencejos el 12 de abril).
Hay muchas cosas que decir. La primera es que me encanta el bicho de la derecha. La segunda es que el dibujo es mucho mejor que la foto, porque no consigo sacarles buenas fotos, la tercera es que con un buen maestro llegas donde no te habías figurado que podrías llegar.
A menudo pienso: "Dios mío, qué solos estamos". Soy agnóstica y he crecido con una educación fuertemente católica, lo de Dios mío da para muchos análisis. Pero lo que me importa ahora es explicar lo de que estamos muy solos.
Detrás de cada costumbre difícil de explicar, prejuicio extendido, hábito generalizado, norma moral difícil de entender, está la experiencia de alguien, algunos, hace mucho tiempo, que llegaron al entendimiento de que eso tenía que hacerse así y lo perpetuaron -como norma social en el mejor de los casos; y en los peores como precepto religioso o aún mucho peor como pacto implícito- sin dar explicaciones de cuáles fueron las circunstancias en las que tomaron esa decisión ni mucho menos del por qué de la misma.
Así, tenemos la costumbre de responder Jesús o Salud a un estornudo, el hábito de caminar por la derecha en las calles abarotadas, las fiestas (en su mayoría vienen de la fiestas de guardar), y un largo ecetra.
Llegamos nosotros mucho después y nos encontramos tantas cosas hechas que no sabemos ver. Nos encontramos una sociedad hecha, una tecnología que usamos sin plantearnos y unos prejuicios que creemos que son totalmente naturales a nuestra especie y por lo tanto ni siquiera caemos en que son prejuicios.
El prejuicio más terrible en lo que atañe a las mujeres es para mi el de vernos como referentes, como modelos arquetípicos del bien y del mal, y no como sujetos capaces de acción y actuación.
Es un pacto implícito, la peor de las maldiciones por lo dificilísimo que es reparar en la existencia de dicho pacto, y porque se tiene tan interiorizado que una vez que lo descubres, o vislumbras...en realidad no sabes muy bien que hacer con él después de toda una vida de tenerlo asumido e interiorizado y de convivir con personas que igualmente lo tienen asumido e interiorizado. Dices, vale, yo soy sujeto (sujeta...no, sujeta es espantoso) y soy actor (actriz) de mis acciones y quiero que se me considere como tal, yo no soy el complemento directo de las acciones de los hombres en mayor medida de las que ellos son el complemento directo de las mías, yo soy...pero qué soy yo si me quitas toda una vida de cuidar lo que hago, lo que enseño y lo que digo (mucho, pero mucho más que un hombre), y vigilar no provocar ciertas acciones de los hombres.
Aquí ya me he metido en terreno muy resbaladizo que exige que me explique con mayor claridad. Veamos si lo logro.
Será mucho más fácil que se entienda lo que digo si se lee este post -magnífico, lo voy a decir más alto: M-A-G-N-Í-F-I-C-O- de Yael Farache en Acapulco70(*). Ella sí que ha explicado bien cuál es el pacto social que relega a las mujeres a la condición de arquetipos (aunque no me he detenido a contrastar el origen histórico de este pacto, pero su razonamiento me parece bueno), y estoy totalmente de acuerdo con ella de que en la cultura católica sólo hay dos arquetipos femeninos, la puta y la madre.
Bien, mucho antes de que Rousseau hablara del contrato social, y probablemente mucho antes de invertarse la escritura, se estaban sentando las bases para un pacto de convivencia entre los dos sexos de nuestra especie. Podeis leer lo que cuenta Yael, que escribe mucho mejor que yo y parte de la ventaja cultural de tener un trasfondo que le ha permitido exponer y debatir sus intuiciones -frente al mío que me lo ha coartado por considerar la exposición de ideas abstractas que no sean estrictamente matemáticas perniciosa, ya digo que provengo de educación católica-. O podeis fiaros de este impreciso resúmen que hago.
- En estas paleosociedades, en las que se empezaba a ver el ser humano como dominador del mundo, el papel de actor, de protagonista de las acciones se les daba por completo a los hombres. Pero se dieron cuenta de que las mujeres aportaban cosas totalmente distintas y tenían sus propias acciones, demasiado poderosas, que ponían en entredicho el total protagonismo del hombre. Las mujeres menstruaban, se embarazaban y eran las que tenían a los hijos. Eran potencialmente amenazadoras como iguales. Así que dieron con una solución: yo hombre te acepto a ti mujer como igual en la medida que cubras las diferencias que te da tu sexo. No des signos de femenidad, tápate el pecho -o las tetas-, ni me menciones la menstruación, tú te embarazas y tú pares, pero soy yo el que provoca que te pase a ti esto...y estamos bien así. No me violentas, mientras no seas demasiado femenina ni demasiado distinta a mi.
Y con esto cargamos desde aquellos tiempos, sin saber de qué viene ni que es un pacto, no algo consustancial a nuestra biología.
Este pacto tiene una consecuencia demoledora para las mujeres que también explica Farache. El permitir la violencia contra la que se salte el pacto. Yo misma he insultado a mujeres por ser demasiado esto o demasiado aquello. Y también me han insultado por lo mismo. Cuando una cae en este vicio de apartar a la que es distinta, a la que se salta este pacto en cierta medida...se siente muy violenta, porque sabe que está cargando contra otra que en un momento dado podría ser ella. Eso puede enfurecerte más y hacer que seas más dura en la crítica para separar bien los límites, una pescadilla que se muerde la cola.
Estos límites pueden ser terriblemente estrechos, y así tenemos las que se visten de arriba abajo como una mesa camilla, con el precepto de no enseñar nada, nada (ni las uñas de las manos, ni los pies, ni la curva que forma el seno) en los países donde se impone la variante más fanática del Islam, y aquí también cuando vienen. Me resulta terriblemente ofensivo que una mujer asuma que su pelo provoca la lascivia de los hombres. Señoras: pelos no ofenden, pero tíos que agreden a una por enseñar la cabeza sí son muy ofensivos, y peligrosos. Vosotras los justificais.
Pero vuelvo. Esta es la parte más terrible del pacto, la violencia contra la mujer.
Sin embargo hay otra parte, que sin ser tan dramática ni cruel, sí nos causa mucho daño. La de considerarnos siempre como referente, como arquetipo, como objeto ó desencadenante de las acciones; no como actores o factotums de las mismas.
Me voy ahora a una entrevista que aparece en El mundo a Daniel Eagleman, Doctor en Neurociencia que explica que nuestro cerebro puede responder a impulsos de los que no somos conscientes. Me la he leído muy superficialmente, la tengo guardada en el archivo de "este domingo me la miro mejor, la neurociencia es interesante pero no es la palabra de Dios". Además Eagleman, a juzgar por la foto, está bien y se le ve desenvuelto. Cierto, hay impulsos de los que no somos muy conscientes. Si llega a parecerse a Álvarez Cascos (que es mi representación mental del gañán más basto) iría directa al archivo de "A tomar por Cascos".
Lo que me llamó la atención de esta entrevista, y lo que ha sido en realidad el detonante de que yo escriba toda esta encíclica y además le dé al botón de "publicar" y no la deje en borrador, es cómo explica este pavo -Eagleman- la idea básica que todos somos el resultado de un complejo conjunto de sustancias bioquímicas.
Después de exponer que los circuitos cerebrales están diseñados para la supervivencia, se lanza a dar ejemplos.
- Cuando un hombre elige a una mujer atractiva es por que...
- Un hombre se siente más atraído por una mujer con la tez clara (dice él no yo)...
- Un hombre prefiere a una mujer con una pupila más dilatada...
- Una stripper ganaba el doble en sus días más fértiles que en los otros...
El pavo investigador es mono, lo sabe, no hay más que mirar la foto (cómo me recuerda a mi amigo J) y tiene 42 añitos. Sin duda conoce que la mitad o más de sus lectores son -y somos- mujeres, pero en todos los ejemplos la mujer es sólo referente, complemento directo, arquetipo.
Una carga colosal la nuestra. Atlas el titán carga con el arco del cielo; nosotras simples mujeres cargamos con ser arquetipos.
Ahora que lo sabemos ¿qué vamos a hacer con esto?
Una canción. Había subido esta (escribí la entrada del tirón y no me di cuenta del tropiezo, la encuentro cargante como todos los raps. Ahora que tenemos amor, tía, yo te digo a ti lo que vamos a hacer, soy tu Buda tú me la... .... ... tiene la letras si la quereis leer)...pero quería poner en realidad esta otra, que es mucho más melodica, pero el tío le dice a la tía lo que tiene que hacer ahora en ese estado en que ya tiene amor (es una preciosidad, pero de nuevo la mujer escucha y asume lo que le dicen, yeah...):
Seguiré hablando de animales.
(*) Llegué al artículo buscando una tienda de ropa normal en google, para que luego digan que la banalidad y la trascendencia no van de la mano.
Esto está escrito del tirón. Si alguna falta de ortografía o de gramática salta a la vista lo siento. No pretende ser una tesis doctoral, no tengo ninguna licenciatura en humanidades.
El lenguaje escrito no era igual que el lenguaje hablado, se acogía con mucha más frecuencia a fórmulas de expresión para concitar o representar emociones, estados de ánimo e intenciones. De resultas de lo cual era más sobrecargado.
Hoy no apreciamos estas fórmulas ni esta sobrecarga, y tendemos a escribir de una forma mucho más parecida a la que hablamos.
Y nos encontramos con un problema del que no siempre somos conscientes.
El que lee no entiende el punto de emoción ó de humor con el que has escrito lo que sea.
Sobre frases cortas y poco contextualizadas se deducen emociones muy simples: alegría ó cabreo.
Y se deducen intenciones igualmente simples: ayuda, provocación, soledad. Etc. Algunos también pueden captar la ironía; más bien muchos, pero son tantas las veces que la interpretan como provocación que una vez más hay que cuidar mucho con quien y cómo la usas.
Ahora hagamos la prueba inversa. Pedidle a un interlocutor que hable con un tono oral totalmente monocorde y una expresión facial igualmente neutra. A ver qué deducís de lo que diga. Puede estar diciendo simplemente hay que bajar a comprar más leche; pero sonará raro, y si le veis segundas intenciones, lo más seguro es que sean aviesas.
Pues eso es el lenguaje escrito que empleamos hoy en día. Monocorde y átono. Sin indicaciones de intención. Tal vez si nos inventamos un par de signos de puntuación más, o seis pares más...podamos comunicarnos más eficazmente con este tono escrito tan pobre que se suele usar hoy en día.
Días suaves de cielos grises y lluvias continuas en la ciudad; blanda melancolía, me pongo a pensar, sin orden, sin beneficio ninguno.
Me doy cuenta de que me he cargado de pensamientos futiles como una barita se carga de estática. Qué digo, como mi pelo se carga de estática. Y que mi cerebro se ahueca y entretiene con asuntos de poco calado pero mucho mareo, va y viene con las mismas historias y no llega a ninguna parte. Bueno, es lo que le suele suceder a mi espléndida cabellera, pero ya es bastante pesado que se me bufe la cabeza por fuera; encima aguantar esto por dentro...no, ya es hora de ponerle fin. Vamos a poner una toma de tierra. A descargar el exceso de estática demencial. ¿Me preocupa la imputación de la infanta Cristina, el nuevo Papa o las cuentas de Bárcenas?...No lo suficiente como para que le de muchas vueltas. No, a mi me van los sinsentidos, los galimatías que no llevan a ningún lado.
Sinsentido nº 1:
- Pero qué grandes-listos-fuertes eran los prehistóricos.
A saber. Te vas migrando por el mundo, quizás por una buena razón. Porque escasea la comida o porque los de la tribu Tararí te hacen la vida imposible, o porque tienes unas ganas irresistebles de conocer mundo. Pero ojo con el mundo que descubres. Depredadores por aquí y qué comer por allá. Las bayas rojas, hmm, nota mental, recordar que Pepito Cromañón murió entre estertores después de darse un atracón de bayas rojas. Vamos a ver qué hay en estas rocas, ah, esas cosas negras si las abro hay algo naranja y blandito dentro...Pepito Cromañón 2 pruebas estas cosas naranjas...no te mueres, vale. A comer, las llamaremos mejillones. Superhérores.
Por lo tanto, ¿Cuál es la mejor prueba del nueve para saber si uno conoce un terreno?. Averiguar si podría comer de lo que da ese lugar en un día dado. Yo no paso la prueba del nueve con ninguno de los paisajes que conozco. Y es de esa manera como quiero empezar a conocer el campo. Sabiendo si podría ingeniarmelas para encontrar comida. Simple. Dificiísimo.
Sinsentido nº 2:
- El lenguaje, ese gran invento que estamos despreciando.
Porque hoy todo lo hacemos con módulos prefabricados.
¿Quiere usted caer bien ante un público?. Utilice nuestro módulo soy una tía simpática. Con sus accesorios de palabra: mola, tío, oye-mira-vale, etc (si desea averiguar más debe comprar el módulo)
Con sus accesorios de expresiones: hasta el infinito, soy lo peor, etc (comprar el módulo para ver más)
Con engranajes fáciles para esamblar varios accesorios: tío mola infinito; mira soy lo peor (el kit básico incluye un tesauro de expresiones "guays" y expresiones que suenan raras, para evitar errores por mal ensamblaje)
¿Quiere usted hacerse el listo? Accesorio de tecnología.
¿Quiere ser popular y hacerse el listo? Módulo de terminología de lenguaje de webs sociales.
Sinsentido nº 3:
- La gran aventura de comprarse un jersey...normal.
Esto me ha pasado esta semana. Viene mejor tiempo y me digo, vamos a comprsr un par de jerseys pero que no tengan cuello alto...
99% de los jerseys o sueters tienen cuello alto
Que no sea de manga corta, por la tontería de que busco un jersey para salir a la calle...
20% de los jerseys son de manga corta. De estos, el 90% tiene el cuello alto.
Que no sea de perlé, calado o translucido
Adiós tiendas de barrio.
Encontré los jerseys, pero después de patearme tantas tiendas para hallarlos, se me habñia pasado el frío.