Estimada señora, la odio, sépalo usted.
Pero sólo me ocurre a ratos, en otros momentos me río de mi tormento y de su ocurrencia. Crear el pais de las letras y asignarle a cada una de ellas un personaje...eso es ser sutil, sí señora, eso es una forma de tortura muy hábil, el producto de una imaginación muy refinada.
Ahora pretenderá que nos leamos también los cuentos sobre las letras. Ah, que sí que lo pretende. Y encima hay canciones. Ve usted, realmente es para reirle la gracia, ha logrado hacer de un método de iniciación a la lectura una franquicia que me empieza a recordar a las de George Lucas. Tengo que reconocerle el mérito, sádico y comercial.
Ha descubierto usted el maketing ligado a la enseñanza. Me figuro que ya estará fantaseando con una línea de disfraces de Princesa U, otra de colonias la Señora Montaña, y cómo no, una colección de bolsitos de la Señorita b, que es la presumida (¿verdad?). Todo se andará, pensará usted. Tal vez, aunque también es cierto que en esto de la enseñanza cada generación pretender inventar el fuego y descubrir la rueda, quien sabe si en un futuro próximo a Letrilandia le sucederá Fonetilandia, SonicWorld ó toda una saga al estilo de Lucas, Alphabetic Wars.
Me despido, pues, dejando patente mi resignación ante su sagacidad, deseándole se ponga a descansar tras semejante hazaña, antes de que se le ocurra perpetrar el país de los números, o el universo de los colores, con sus cuentos y canciones asociados. Le recuerdo que puede cultivar aficciones más beneficiosas para su salud, tal como la confección de botines para gambas o pelucas para pulgas. Me preocupa que su trabajo pueda provocarle serias lesiones debido al estréss; al estrés que genera en otros, quiero decir.
Pero sepa usted que la odio, y que Letrilandia rima con Lelilandia, por algo será. Queda advertida.
Firmado: Sufridor. Para servirle a usted, de guasa se entiende.
Letrilandia, ¿pero qué invento es este?
Pues un método para que los niños aprendan a leer y escribir, en la línea soft de enseñanza -dirigir el aprendizaje sin imponer unas reglas muy estrictas- que se lleva ahora. Su característica fundamental reside en la idea de convertir las letras en personajes de un mundo imaginario y en utilizar la fantasía de los cuentos como elemento motivador.
Así que si una criatura viene hablando de la señorita enfermera o del rey roñoso, ya nos podemos imaginar que están hablando de letras. Lo que es más difícil es que adivinemos cual.
Por suerte todo está en el mundo de los blogs y yo me encontrado con esta joya, en la que explican muy bien que es
- La lectoescritura.
- Letrilandia y sus personajes.
Y con esto y un bizcocho, dejo el tema de Lelilandia y me voy a cenar un buen plato de sopa de Letras.
P.S:
Esta sí es una canción, cojones, una buena canción, señora Letrilandia, se lo digo porque la veo muy despistada sobre a qué cosas se les merece cantar:
The Pogues: If I Should Fall From Grace With God
(If I should fall from grace with god Where no doctor can relieve me If I'm buried 'neath the sod But the angels won't receive me
Let me go, boys Let me go, boys Let me go down in the mud Where the rivers all run dry
This land was always ours Was the proud land of our fathers It belongs to us and them Not to any of the others
Let them go, boys Let them go, boys Let them go down in the mud Where the rivers all run dry
Bury me at sea Where no murdered ghost can haunt me If I rock upon the waves Then no corpse can lie upon me
It's coming up three, boys Keeps coming up three, boys Let them go down in the mud Where the rivers all run dry
If I should fall from grace with god Where no doctor can relieve me If I'm buried 'neath the sod
But the angels won't receive me
Let me go, boys Let me go, boys Let me go down in the mud Where the rivers all run dry)
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