Me gusta, me obliga a pensar rápido, tiene una celeridad y concisión demoniacas, además de la habilidad de una especilista en rellenar latas de sardinas cantábricas de embutir conceptos en frases cortas.
Me gusta, suena bien, es bonito en mis oídos. Me gusta la música en inglés. Si no fuera por la música en inglés, jamás lo hubiera podido llegar a hablar, no hubo cursos en la G.B ni campamentos en inglés que me allanaran el camino.
Me gusta. Resulta sencillo leer las publicaciones en inglés, y divertidísmo ver cómo transforman los nombres en verbos.
Lo odio. Parecen la Pantoja arrugando el ceño con cara de nobleza ofendida cada vez que no entienden una cosa.
Lo odio, maldita costumbre tienen de no pronunciar las vocales iguales según el acento. En mi idioma las puñeteras vocales son sagradas, pero para ellos...un divertimento.
Lo odio. Resultan tremendamente catetos cuando pretenden que lo hablemos con la destreza de un nativo y no son capaces de entender que para nosotros es un segundo idioma.
Lo odio. Van por ahí con los papers en inglés a todos los lados, y los que tenemos que traducir perdemos dinamismo en la traducción.
Lo odio. Es que nunca, pero digo nunca de los never he visto publicar a nadie que no tenga, como mínimo, una estancia en una universidad del circuito anglosajón.
Lo odio. Todas las grandes revistas científicas están controladas por el lobby universitario anglosajón.
Lo odio. Son la Pantoja, tan cateta como llena de prejuicios, olvidando sus puñeteros privilegios...y no lo saben. Son la Pantoja.
Y la cosa se puede poner peor, tal vez un día tenga que hablar alemán. No sigo por ahí que me deprimo.
Para mi la naturaleza es la mayor de las preguntas.
Para mi es todas las preguntas.
Yo voy al campo y pienso ¿Cómo podría alimentarme si me perdiera aquí?.
Y después, ¿Cómo es posible que esté todo esto aquí?. ¿Qué tengo que aprender de lo que hay aquí?.
Nada, nada me parece que pueda enseñar más.
Siempre la última pregunta es ¿Cómo es posible, la vida?. Siempre.
No hay nada que me estimule más. No veo mayor enigma que este. La vida.
De nuevo recurro a la sencillez y naturalidad que desbordaba la actriz Phyllis Gordon a la hora de posar delante de una tienda de bananas, para mostrar al animal extinto que tiene el record de avistamientos en el mundo. Por aquí se le conocía como lobo marsupial, pero en inglés es más frecuente llamarlo tilacino -es decir, thylacine-.
Me chifla esta foto y ya la he puesto en otro post, No me puedo resistirme a ella, porque Phyllis tenía un talento asombroso para el contorsionismo. Si yo quisiera mantener el brazo y el hombro derecho en ese ángulo, lleno de serena gracia, a la vez que estuviera mirando al frente con esa elegancia...me desencajaría viva. Pero Phyllis no, Phyllis aguanta el tipo y sigue mirando su escaparate de bananas y sosteniendo el zorro muerto en su costado izquierdo, mientras reflexiona sobre la maravillosa tortícolis que está desarrollando. O tal vez sólo se estuviera acordando de la madre del fotógrafo.
Y aquí está la foto original, en la que se puede comprobar que no es ninguna chapuza de photoshop: Phyllis no está retocada.
Ella sabia posar así. La admiro. En cuanto al tilacino...hay mucho que hablar sobre los tilacinos, lo haré muy pronto.
Sigo adelante con el cuadro. Bueno, lo cierto es que durante el verano descansaré de pintar, así que de momento se queda como está.
Llamarlo cuadro es bastante pretencioso por mi parte, para poder hacerlo con propiedad tendría que dominar algo la técnica del óleo, pero lo cierto es que es el óleo el que me domina a mi, y me deja muy frustrada. Es el segundo óleo que intento, lo del primero fue aún peor, pero sigo en el mismo plan. Yo no permito que mi ignorancia coarte mi creatividad, me dedico a plasmar mi idea y a hacerlo rematadamente mal. Por mucho que me esfuerce en corregir mis fallos, cada vez que mire ese lienzo me acordaré de lo poco que sé. Se burlará de mi y gritará a los cuatro vientos "cuadro de aficionadilla con más pretensiones que estilo pintando". Tendré que asumirlo.
La idea comenzó en un dibujo que hice en una servilleta de bar (cómo no), y la fui complicando a medida que iba pintando (cómo no, también). Que no me gustaba que el fondo fueran unas losas, como había pensado en un principio, pues a cambiarlo y que sea un cielo (sí, ya estaba yo demostrando la claridad mental que tengo). Que lo del cielo quedaba un poco soso, no importa, se le pone una nebulosa por aquí, un grumito de lo que sea por allá y a seguir, yo no soy nada pretenciosa y con cualqier cosa me apaño. La inspiración no me llegó del cielo, pero en cierto momento se me fue al mismo. Habrá quien piense que esto se le ocurre a cualquier inepto en un plis-plas, que las musas y esas cosas...preséntenme al inepto por favor. Yo tardo siglos en tener una idea.
En fin, que lo fui complicando innecesariamente según lo iba haciendo o, siendo sincera le cuadra
más esta expresión, ejecutando. El cuadro, decía, se ríe de mi cada vez que lo veo, pero hemos llegado a caernos bien, tenemos nuestros buenos momentos cuando escucho la canción de Learning To Fly para meterme en situación y seguir pintando. Sólo de tambores, marcan una emoción. Comienza la guitarra, una frase larga, de concentración. Él lo percibe y después de las primeras bromas se relaja y se pone evocador. Que qué evoca... no lo sé. A cada quien le cuenta una cosa distinta, o se queda callado, así que me resulta difícil seguirle la pista. A mi me cuenta historias de el espacio, de empezar; pero sé que a otros el muy pillo les habla de fontanería.
Eso sin decidir aún en qué posición se quiere quedar, o lo quiero poner yo -si es que lo acabo- . Porque la gracia, y el capricho, y la intención, que no el logro, es que no se sepa qué parte va arriba y cuál va abajo. Habrá quien me diga que sí, que lo he logrado, enhorabuena maestra, porque el cuadro tiene tan poco sentido que no importa para dónde lo ponga, y que gana más si lo pongo mirando a la pared. Ya digo que a cada quien le cuenta algo distinto, qué puedo opinar yo...que le he cogido cierta simpatía...¿Qué título le podría poner? Falling Skies, suena mono en inglés, aunque sería más sincero llamarle El Joío Cuadro Que Me Está Costando Horrores Terminar.
Lo que más me inquieta es esta indiferencia que tenemos ante la naturaleza. No es atracción ni rechazo, gusto ni disgusto, es estar ajenos a ella, no ser capaces de percibirla, vivir como si no tuviera nada que ver con nosotros, pasarle esta actitud a nuestros hijos y creer que esto va a durar para siempre.
En septiembre de 2012 apareció una foto de un perro entre la maleza en una ladera de montaña. Lo que tenía de particular esa foto es que muy seguramente el animal era un Perro Cantor de Nueva Guinea en su hábitat.
Se temía muy seriamente por la extinción total de los Cantores en su isla natal, Nueva Guinea, ya que no había pruebas gráficas de su permanencia y esa foto, obtenida por casualidad, ha abierto la puerta a nuevas acciones para su conservación.
El Perro Cantor de Nueva Guinea es probablemente el perro más raro y escaso del mundo. Aunque su estatus taxonómico todavía está en discusión para muchos autores estos animales constituyen una especie de perros salvajes por si solos. Sobre lo que están de acuerdo es en que estos animales se pueden considerar verdaderamente salvajes, ya que nunca han sido seleccionados, criados ni explotados por el hombre, en un entorno aislado donde su tipo se ha mantenido estable durante milenios (según se deduce del estudio de restos encontrados en Nueva Guinea), lo que los hace realmente singulares y valiosos. Sus hábitos pueden darnos una idea de cómo se desenvolvían y organizaban los primeros perros "acostumbrados" al hombre.
Nueva Guinea es una isla enorme, la segunda mayor del mundo por
detrás de Islandia. Se sitúa al norte de Australia, en el archipiélago
Indo-Australiano. A menudo se compara su forma con la forma sinuosa de un ave del paraíso, lo que da nombre a los dos extremos de la isla (la cabeza del pájaro Kepala Burung en el Noroeste y la cola del pájaro, la Península de Papúa en el Sureste). Suena evocador, dan ganas de ir a conocer estos sitios, si
te sobra el dinero y el tiempo, porque Nueva Guinea está lejos,
puñeteramente lejos pienso mientras me planteo una vez más hacerme un
viajecito a Australia y lo dejo para más adelante...otra vez.
Pero la isla es compleja, está
dividida en dos estados distintos por una frontera que sigue la longitud
141º E casi exactamente; al este queda Papúa-Nueva Guinea, un estado
independiente, y al oeste Nueva Guinea Occidental, que forma parte de
Indonesia. Si te parece que son muy poco originales buscándole nombres a
los estados de la isla es que es cierto, y es un lío pero es así.
Ahora
bien, la isla es una fábrica de vida, de hecho se calcula que alberga el
8% de la biodiversidad mundial gracias a la variedad de ecosistemas que
aúna. Una inmensa cordillera de más de 1600 km de largo prácticamente
la divide en dos en su eje Este - Oeste, (la Cordillera Central, es
descriptivo aunque el nombre no suponga ningún reto a la imaginación; también se la conoce como las Star Mountains),
con montañas de más de 4000 metros (el pico más alto es el Punkak Jaya
de 4884, la montaña de mayor altura de Inndonesia, porque está en el
lado occidental de la forntera). En las cumbres puede haber glaciales, y
en las faldas bosques húmedos; y por supuesto está la costa, lo que
puede dar idea de los distintos hábitats que ofrece este lugar. Además
lo escarpado y agreste de las tierras interiores, y especialmente las
más altas, hace que estén relativamente poco habitadas por humanos.
Un perro singular
Un animal salvaje, un
cazador independiente adaptado a las espesuras de los bosques de montaña
de la isla.
Se llama Perro Cantor porque "canta". Puede ladrar -que lo hace muy poco-, gritar, gemir y aullar, es muy vocálico; pero sus aullidos son extraordinarios en el mundo de los cánidos. Los aullidos son más claros que los de lobos y dingos -los de los dingos son los que más se asemejan, pero en el perro cantor el tono es todavía más limpio- tienen un recorrido increíble de frecuencias y resultan sumamente melódicos, como una canción. Los sonogramas han revelado coincidencias entre estos aullidos y los cantos de la ballena jorobada. Los Cantores tienen una estructura única en la parte posterior de sus bocas que quizás ayude a emitir estos sonidos.
Además, pueden hacer coros, un perro comienza y los demás se van uniendo en diferentes agudos de la canción. El resultado es asombroso.
Es un perro muy bonito de aspecto semejante al dingo australiano, aunque con las patas notablemente más cortas, unos ojos mejor equipados para ver con baja luminosidad y una extraordinaria flexibilidad en la columna vertebrtal y en las exremidades. Estos tres rasgos le dan ventaja en las zonas boscosas que son su hábitat natural. El pelaje es espeso y por lo general de color pardo dorado con unas marcas blancas y negras en la mandíbula. No hay observaciones de su comportamiento en su medio natural, y las características que describo a continuación se han visto en animales cautivos.
La cabeza es robusta, y como en los dingos la cara es súmamente expresiva, las orejas son altas y separadas, el hocico alargado y estrecho y la mandíbula ancha. Tienen muelas carniceras (primer molar superior) notablemente más grandes que los perros domésticos. Los ojos son almendrados y oblicuos, reflejan mejor la luz que en el resto de los cánidos y muestran un brillo verdoso cuando la luz es escasa. El torso es alargado, con la zona abdominal muy elongada y delgada; su movimiento parece más elástico que el del perro medio, la columba es extraordinariamente móvil.
Son animales limpios, que se asean regularmente como los gatos. Y no es en lo único que los recuerdan. Son flexibles, Pueden rotar las garras mucho más que un perro común, lo que le
permite trepar a árboles de corteza gruesa, cosa que hacen a menudo
porque les gusta usarlos como oteaderos y refugio, además de como zona de caza.
Esta flexibilidad les
permite hacer uno de los gestos más curiosos y únicos de estos perros,
el giro de cabeza o Head Toss, levantan la cabeza hasta poner la
mandíbula en vertical y luego giran el cuello hacia atrás, hacia la
espalda y la vuelven a enderezar. El gesto se usa para llamar la
atención, pedir comida o indicar sumisión.
Como animales salvajes que son, la època de celo es especialmente significativa. Las hembras tienen una sola época de celo al año, pero si no quedan preñadas pueden repetir el ciclo el mismo año. Durante la cópula las hembras lanzan unos gemidos muy agudos y tienen unas contracciones muy marcadas. Son animales territoriales que en época de celo se vuelven más agresivos, se piensa que en libertad se mueven en solitario o en parejas, entre otros motivos porque no tienen gestos de apaciguamiento tan claros y marcados como lobos y dingos, animales claramente adaptados a vivir en manadas. Esto no implica que carezcan de reglas sociales, sólo que no son tan fuertes como en otros cánidos.
En los animales que están en el zoo de San Diego se ha observado que las hembras se muestran más confiadas ante las situaciones inesperadas, mientras que los machos son más cautelosos.
Un animal salvaje, no un perro asilvestrado
Hace unos seis mil años había un puente de tierra entre Nueva Guinea y Australia. Se cree que los Cantores llegaron a la isla en esa época, porque se han encontrado restos datados en cinco mil quinientos años. Los restos son de animales muy similares a los actuales, lo que indica que esta especie ha cambiado poco en este periodo de tiempo. Es posible que los perros llegaran a la vez que los humanos, pero no hay muestras de que haya existido asociación entre ambos en ningún momento. Los perros sobrevivían, cazaban y se reproducían por su cuenta, en otras palabras, estamos ante un animal salvaje, no asilvestrado.
Para las tribus de las tierras altas es un viejo conocido. Algunas los distinguen bien y son capaces de dar cuenta de ellos sin confundirlos con perros asilvestrados, otras tienen cuentos sobre ellos y en todas se considera una buena pieza para cazar, un animal que da status al cazador, además de ser comida. En ocasiones usaban los cachorros machos que capturaban como perro que les ayudara en la caza, pero realmente nunca los criaron ni los domesticaron.
El valle donde Tom Hewitt fotografió al perro en 2012, fuente Mongabay
Todo apunta a una relación taxonómica muy estrecha entre los Cantores y los Dingos. Pero ¿qué animal dio origen a cuál?. Esto no esá muy claro, es posible que los dingos originaran a los Cantores, pero no se puede descartar lo contrario, ni que ambos tipos de perros deriven de otro animal salvaje...
La clasificación ha sufrido muchos cambios desde 1958 cuando se le dio el estatus de especie, Canis
Trepando a un árbol, foto de Ray Sinclair, vista aquí
hallstromi (en honor a Hallstrom, presidente del Zoo de Taronga en Australia). En los años setenta se los consideró como una subespecie de dingo, Canis lupus familiaris dingo, pero recientemente se les ha vuelto a considerar como verdaderos perros salvajes, Canis hallstromi.
Ya he dicho que estoy convencida de que los perros son por si mismos una especie distinta de los lobos, y esto mismo parece que indican los estudios de la universidad de Chicago. Considerando a los perros como especie, no cabe duda de que la vuelta atrás de la clasificación de los Cantores, separaándoles de los lobos, es particularmente acertada. Aunque también es muy previsible nuevos cambios en cuanto se le de el estatus de especie a los perros -si llega a hacerse-.
Apenas quedan perros en su hábitat original
Se sabe muy poco de los perros salvajes en su hábitat natural, cuando eran relativamente fáciles de ver en la isla eran animales tímidos y difíciles de observar.
Posiblemente sean cazadores solitarios, mediante análisis de heces se sabe que predan sobre pequeños mamíferos, aves y reptiles. A veces se muestran más intrépidos, se tiene constancia del ataque a un pequeño casuario por estos perros.
Como ya he comentado seguramente no forman manadas, sino que cazan solos o en parejas y defienden un pequeño territorio.
Es un animal muy escaso hoy en día debdio a la pérdida de territorio en las tierras de baja montaña por los asentamientos y explotaciones humanas y a la probable hibridación con perros asilvestrados.
A pesar de que una vez estuvo extendido por toda la isla, su zona se ha reducido a las tierras altas de la misma. Son terrenos de alta montaña, fríos, con una fuerte pendiente, pantanosos, húmedos y con vegetación dura y difícil de atravesar. Lo inhóspito de estas tierras da una idea de lo difícil que resulta explorarlas para buscar al animal. A la dificultad del terreno se une la facilidad de los animales para esquivar al ser humano; se han emprendido diversas expediciones para localizarlos y en su caso capturar algún ejemplar para aumentar la variabilidad genética de la población cautiva, pero ninguna ha logrado este objetivo.
En 1989 Tim Flannery - experto en mamíferos y paleontólogo- obtuvo una foto de un perro, y la publicó en su libro de Los Mamñiferos de Nueva Ginea.
En 1996 James McIntyre - zoólogo de campo y director de la Southwest Pacific Research Fundation- realizó una exploración de un mes en la cima de monte Stolle, zona oriental de la isla. Aunque nunca vio un perro documentó su presencia mediante huellas, excrementos, escuchas y relatos de las tribus locales.
Pero estas pruebas no covencieron a la comunidad científica. Algunas voces daban por extinto al animal en su terreno natal.
Por esto tuvo tanta repercusión la foto conseguida por el guía de viajes Tom Hewitt en septiembre de 2012. Hewitt estaba acompañando a un cliente en un viaje de 12 días por la zona occidental de la isla -la zona indonesia- en la montaña de Mandala. Estaban de acampada en un valle ancho a 4000 metros de altura, con impresionantes cascadas en las paredes rocosas.
Esta descripción facilitada por Hewitt, que no conocía la especie de antes, le da credibilidad ante la opinión de McIntyre, que tiene la intención de montar una expedición este mismo año a Mandala en busca de los perros.
¿Una nueva oportunidad para su conservación?
Puede sonar absurdo, pero los perros no tienen ninguna protección en su isla natal. La principal razón es que no está confirmada su presencia, y la segunda es que en su posible territorio serían presa de tribus que cazan por supervivencia.
Janice Koetler Koler-Matznick, presidenta de la sociedad para la conservación del Perro Cantor de Nueva Guinea, New Guinea Singing Dog Conservation , a pesar de expresar ciertas dudas sobre la pureza de sangre del animal de la foto, también está buscando finaciación para una expedición a la zona con el objeto de colocar cámaras trampa que localizara a los perros. .
Una de las acciones emprendida por la Sociedad que preside Koler-Matznick ha sido la de presionar para que los Cantores tengan estatus propio y no de raza de lobo o de perro, lo que implica que su conservación es prioritaria sobre la de una simple raza.
Desde febrero de 2012 el club canino Kennel Club no admite más inscripciones de Perros Cantores, dado que ahora se les considera como una subespecie de perro salvaje y no como una raza de perro doméstico.
En este video de 55 segundos se puede observar el comportamiento conocido como giro de cabeza
Sin conocer el número de perros en libertad, ni si se mantienen puros o hibridados, y sin un programa de protección del Cantor en Nueva Guinea, la conservación de este animal depende hoy en día de los ejemplares que se mantienen en cautividad.
En los años 70 del siglo xx se capturó una parea de Cantores en el valle de Irian Jayan, en la zona de Indonesia. Todos los perros mantenidos en cautividad hoy en día proceden de esta pareja.
Hay aproximadamente 200 animales criados en cautividad fuera de Nueva Guinea (ahora mismo me estoy dando cuenta del terrible paralelismo con el lince Ibérico) pero estos animales son muy consanguíneos. Entre las sociedades -privadas- que luchan por mantener estos programas de cría destacan laNew Guinea Singing Dog International and the New Guinea Singing Dog Conservation Society.
Espero que el Cantor no desaparezca de Nueva Guinea, y que el programa de cría en cautividad -algo descoordinado de las sociedades zoológicas y en manos privadas como se hace todo en Estados Unidos- sirva para que el resto del mundo podamos seguir disfrutando de sus cantos, aunque sea en youtube.
En estos sites de las sociedades protectoras del Cantor podeis encontrar información mucho más completa sobre su situación actual, programas de protección ex-situ y documentos científicos sobre sus características únicas:
Porque lo que más necesitan, de verdad, es eso, acogidas y adopciones. Lo demás, dinero, materiales, voluntarios, veterinarios, difusión, etc...también lo van a necesitar, y también tiene mucha importancia. Pero lo que marca la diferencia entre que puedan sacar a un animal de la calle o que no, es -casi- siempre que ese animal vaya a tener una persona que lo acoja en su casa.
Las protectoras pueden tener locales...pero normalmente están saturados. Piénsalo, intentan ayudar a todos los animales que pueden y en España (y en el resto del mundo, sí, pero en España además sin leyes firmes contra el maltrato animal) es un no parar de casos de abandono, maltrato, camadas descontroladas y lo que se te ocurra. Así que si tienen una sede, seguramente está ocupada por encima de lo que debería.
Lo que necesitan son acogidas. Anímate. Ayudarás a salvar dos vidas, la del animal que acoges y la del que pueden sacar de la calle gracias a que tú has acogido a uno.
Si te interesa, pregunta en la protectora que más te guste cómo puedes hacer estas acogidas. Hay protectoras para casi todo tipo de animal que alguien haya considerado mascota. Desde perros y gatos a loros, yakos, tortugas, conejos, visones y reptiles varios. Es decir, que tienes una variedad increíble de animales para "elegir" al que te gustaría ayudar.
Ahora bien, es importante que te informen sobre una serie de cosas antes de dar el paso de hacer la acogida. La principal, ya te lo dirán, es el tipo de sitio que el animal necesitará, y los cuidados que hay que darle. También deben decirte si te van a suministrar alimentos y medicamentos para tu acogido, y de qué forma. Y si el animal que llevas a tu casa está castrado y con sus vacunas al día, y si se le han hecho los tests para descartar enfermedades crónicas. Además, en el caso de perros y gatos recomiendo siempre a la gente que se acerque a las sedes a cuidarlos, aprenderán muchas cosas sobre ellos y podrán comprobar si tienen algún problema de alergia que les dificulte hacer las acogidas.
Y no olvideis que si vivís con otras personas y vais a hacer una acogida de un animal que no viva en un espacio cerrado - como podría ser un terrario- teneis que considerar que todos los que compartís casa vais a participar en esa acogida, al menos hasta cierto punto.
Por último, gracias. Las protectoras no pueden existir sin vuestra ayuda. Las protectoras funcionan gracias al esfuerzo, el dinero y el trabajo de voluntarios como ttú.
