sábado, 21 de enero de 2017

Mala suerte. Paloma zurita atrapada en alambrada




Pues no, no me atrae el morbo. Pienso que los cadáveres nos dan la mejor oportunidad a conocer de cerca a los animales salvajes que nos rodean, por eso los fotografío. En ocasiones hay una historia muy triste detrás de esa muerte, que no tiene nada que ver con una intención directa de dañar al animal, como ha ocurrido aquí. Esta pobre paloma zurita se quedó enganchada en la zona más estrecha de una alambrada, y murió por estrangulamiento o fractura del cuello, no lo llegué a averiguar. No pudo sacar la cabeza. Cuando la encontré no llevaba mucho tiempo muerta. La alambrada pertenece a un parque en el que encuentran cobijo numerosas especies de aves.  Tal vez se podría pensar en dejar los ojos de la retícula de mayor tamaño, al menos a partir del metro de altura. Pero poco podría remediar. Este pobre animal tuvo muy mala suerte.

2 comentarios:

  1. Si esos accidentes suelen ocurrir , yo llevo en mi conciencia la muerte de un pajarito del que ignoro la especie que era , tendria yo seis o siete años lance una piedra con la mala fortuna que al tratar de huir (el pajaro), se enredo en las espinas de la mata .Desde entonces ni una mosca las espanto y ya .Saludos amiga poliglota observadora de todo lo que se mueve en el reino animal ya que en el reino humano poco queda que observar como no sea vernos como el depredador sin sentido de la cordura.

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  2. Sí, así es, yo tengo sobre mi conciencia la muerte de una pobre golondrina que revoloteaba en la carretera y le dimos con la parte baja del coche...
    Y hablando de golondrinas, cuando tenía 4 o 5 años, me llevé un polluelo de golondrina emplumado que había caído del nido, y en mi ignorancia le quise dar arroz para comer. El pobrecito murió en mi habitación y ese es un recuerdo que de alguna manera ha estimulado siempre mi amor por los animales y defenderlos, ver la enorme diferencia entre en animalillo lleno de vida y un cadáver.
    Sobre los humanos, a dos días de la investidura de Trump, y con mucha tristeza, te doy la razón. Pero menos mal que también los hay como tú. Un abrazo, Fidel.

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