Antes que nada aclaro que la dummy soy yo.
Para comenzar usaré una metáfora que he leído en muchas ocasiones y que creo que es la más útil en este momento, aunque cuando hable de cómo está empaquetado el ADN en las células será mejor compararlo con el origami, dado que las famosas hñelices de ADN están muy plegadas dentro del nñucleo de las células.
Para comenzar usaré una metáfora que he leído en muchas ocasiones y que creo que es la más útil en este momento, aunque cuando hable de cómo está empaquetado el ADN en las células será mejor compararlo con el origami, dado que las famosas hñelices de ADN están muy plegadas dentro del nñucleo de las células.
Seguro que habeis visto comparar los genes de un organismo con un texto en que está la memoria del mismo, su libro de recetas de cocina metabólica, y a la epigenética con los signos de
puntuación y acentuación de ese texto. Es decir que las marcas epigenéticas
vienen a reducir la actuación de algunos genes, o de una secuencia dada,
y pueden a su vez hacer que otro gen funcione a tope (no cambian para
nada el texto, el ADN o genoma, pero sí la forma de lectura y procesado
del mismo).
Pensar en epigenética como en marcas
epigenéticas es bastante efectivo, y lo asemeja en cierta manera a la
forma de pensar en los genes (como unidades discretas, separadas entre si. Esto no es cierto pero es útil en este momento). Las marcas
epigenéticas serían grupos metilos (CH3-) que se añaden a algún gen y
también diversas modificaciones de la cromatina (una estructura de
proteínas que es una especie de andamiaje sobre el que está insertado el
ADN -a modo de un arbusto entrelazado con una valla de jardín- en el
núcleo e la célula). Estas marcas, como sabes, hacen que determinados
genes sean menos accesibles a las proteínas que los leen y codifican
para formar proteínas u otros compuestos.
Me gustaría que todo lo que
estoy contando fuera más claro y resumido, con conclusiones más rápidas y
rotundas, pero no puede ser porque es como si hubiera dos escuelas de
pensamiento que no se dan cuenta hasta qué punto se contradicen entre
sí. La de los investigadores médicos, sobre todo del cáncer, y la de los
genetistas.
Los investigadores del cáncer, como Manel
Esteller tienen una visión más pragmática del asunto. Según su punto de
vista la epigenética se hereda (un ser humano nace con un molntón de
epigenética que es propia de la especie, de su sexo, y de su población.
en este asunto entro en otro mail si aguantas tanto rollo :)), y que me
parece muy lógica porque si naces con ella, y si la necesitas para pasar
de cigoto a embrión y de ahí a feto, para mi está claro que heredamos
epigenética, y que la herencia de la misma es posible. Manel Esteller es
el autor de No soy mis genes, que me he leído este verano. Es
interesante pero me parece muy lioso. Volviendo a esta visión de la
epigenética no hay que andarse con tantos remlgos haciendo experimentos muy meditados con ratones de laboratorio para
demostrar lo que esta demostrado, y van más al desarrollo de fármacos
epigenéticos. Dan por hecho que el medioambiente influye en el genoma y
que esto lo puedes pasar a tus descendientes. En el libro de Esteller me
he tropezado con un par de párrafos en los que afirmaba que si un
carácter dado es útil durante un número limitado de generaciones se
transmite epigenéticamente, y si lo es por más tiempo, genéticamente
(nada de esto está probado, pero ellos ya han asumido esto).
Yo
intento asumir el enfoque menos entusiasta porque es más útil para ver
cómo se puede transmitir estas marcas epigenéticas de padres a hijos.
Pero a la hora de ver cómo actúa la epigenética en un organismo es mucho
más interesante el otro enfoque. Y de verdad que si te cansas de esto
lo puedo entender :D.
Un
gráfico sobre las etapas de maduración de los gametos (los gametos son
el óulo y el espermatozoide). Cuando nace una niña la célula que dará
lugar a los óvulos ya ha comenzado a dividirse. Imagen tomada del blog biología para todos: http://biologia-para-todos-rig.blogspot.com.es/2012/07/espermatogenesis-y-ovogenesis-en-humanos.html
Entonces, hoy en día demostrar que un carácter es epigenético es complicado, los genetistas tienen el punto de mira puesto en los experimentos y trabajos que se publican al respecto, y a menudo repiten el experimento en condiciones distintas para demostrar que no es válido. Para que un carácter se "demuestre" que es epigenético y que se transmite a las generaciones posteriores tiene que pasar un análisis crítico bastante estricto, y es por eso que he querido centrarme en el gen amarillo agutí viable de ratón, que se sabe que se modifica epigenéticamente y que las marcas epigenéticas se transmiten por vía materna.
El gen agouti o agutí es un gen relacionado con la
pigmentación de la piel o pelaje de los mamíferos (los humanos también tenemos este gen). Es decir que no es el único
que produce la prigmentación, hay otros relacionados con este proceso,
como los que inducen albinismo local que provocan manchas blancas en
perros y gatos por ejemplo, pero el agutí tiene una característica muy
especial y es que está relacionado con la obesidad en ratones. A partir
de aquí me centraré en los ratones, que es donde se ha estudiado bien lo
que pasa con los fallos del gen agutí.
Cuando falla el gen
agutí se bloquea en los melanocitos de la piel los receptores de una
hormona relacionada con la pigmentación, la MSH,
lo cual lleva a que estos melanocitos generen pelo amarillo. En
consecuencia los ratones son amarillo canario y muy monos.
Bien, sigamos, el gen agutí amarillo viable es una mutación del gen agutí, no
un gen distinto, a pesar de que se le llame con un nombre especial. El
gen agutí amarillo es tan malo que si un ratón tiene dos copias del
mismo muere antes o poco después de su nacimiento:
Así
que los ratones amarillos que venos son ratones con una copia buena y
otra mala, heterocigóticos para el gen agutí. Y hasta aquí lo que tiene
que ver con la genética.
Está claro que el gen agutía amarillo es un gen que ningún ratón quiere que actúe. Es parte de eso que los esudiosos de la epigenética
llaman epi-alelos metaestables (un alelo es cada una de las dos copias
de un gen que tenemos); los denominan metaestables porque son
suceptibles a expresarse de forma diferente en individuos genéticamente
idénticos en función de la regulación epigenética (al decirles
epilalelos quieren remarcar esto más). De momento el concepto de alelos
metaestables lo dejo aquí.
Los ratones de laboratorio son prácticamente idénticos genéticamente (no tengo ni idea de cómo lo logran, pero vamos que es como un producto garantizado, partimos de la base de ratones genéticamente idénticos). Pues bien, si durante un periodo de la gestación de los ratones con una copia agutía amarillo (el malo) el embrión ha tenido acceso a folatos, nace con esa copia metilada (se le añaden grupos CH3-) y silenciada epigenéticamente, el ratón nace marrón y se le llama falso agutí (es agutí amarillo pero parece agutí normal). Es decir que tiene la misma genética que otro ratón amarillo que no ha tenido acceso a esos folatos durante su gestación.
Los ratones de laboratorio son prácticamente idénticos genéticamente (no tengo ni idea de cómo lo logran, pero vamos que es como un producto garantizado, partimos de la base de ratones genéticamente idénticos). Pues bien, si durante un periodo de la gestación de los ratones con una copia agutía amarillo (el malo) el embrión ha tenido acceso a folatos, nace con esa copia metilada (se le añaden grupos CH3-) y silenciada epigenéticamente, el ratón nace marrón y se le llama falso agutí (es agutí amarillo pero parece agutí normal). Es decir que tiene la misma genética que otro ratón amarillo que no ha tenido acceso a esos folatos durante su gestación.
https://www.researchgate.net/figure/47620749_fig2_Fig-2-DNA-methylation-changes-at-the-Agouti-locus-in-the-viable-yellow-agouti-A-vy |
Hasta ahí es sencillo, si el ratón tiene acceso a deterninados alimentos -a través de la madre- durante su gestación, silencia el gen malo, lo cual es muy bueno para él.