De momento lo dejo aquí.
Mientras
tanto, y es que eso de la epigenética lleva ya más de dos décadas
circulando, se entendió que la epigenética era crucial para entender
algunas diferecias fenotípicas entre humanos y otros primates. Pero ojo,
se encontraron patrones de metilación -un tipo de marca epigenética-
muy diferente en genes de humanos, chimpancés, gorilas y orrangutanes,
lo que no se encontró es que esos patrones de metilación se heredaran
epigenéticamente y este es el problema para entender esto como herencia
epigenética.
Como herencia epigenética en
primates y humanos tan sólo se admite, a día de hoy, la impronta
genética y el silenciamiento del cromosoma X en las hembras, y resulta
curioso porque esto tampoco se sabe como se pasa de generación en
generación pero sí se admite que no es genéticamente.
Vuelvo
a los experimentos. Se han hecho muchísimos experimentos que sugieren
muy firmemente la existencia de herencia epigenética en ratones -además
de la hrencia del gen agutía amarillo viable que he comentado antes-,
primates y humanos. En este estudio, con el muy significativo nombre de “Lamarck rises from his grave: parental environment-induced epigenetic inheritance in model organisms and humans” se
hace recuento de 25 casos de inducción de herencia epigenética debido
al ambiente al que se somete a los padres en ratones, ratas, algún
mamífero más y humanos, aparte del gusano, la mosca de la fruta y el pez
cebra que me mencionado antes.
Expecialmente
significativo es un experimento en el que se indujo la adversión al
olor del cerezo a ratones (pobrecitos, les condicionaron este miedo con
descargas eléctricas) y esta adversión la heredaron hijos y nietos. Y es
muy significativo porque podríamos estar hablando, por fin, de cómo
adquiere una especie el “conocimiento” instintivo, y cómo lo transmite a
sus descendientes, un enorme avance en nuestra comprensión de los
procesos evolutivos.
Respecto a humanos, los
estudios más complejos y completos son los de la hambruna holandesa y
el estudio de las cortes de Överkalix, que a pesar de la rigurosidad
metodológica adolecen del problema, sobre todo en el segundo. de que son
estudios estadísticos sobre determinados caracteres, pero no se ha
demostrado que estos caracteres se hayan transmitido epigenéticamente.
Y
este es el gran pero que le ponen muchos genetistas a los estudios
sobre la herencia epigenética en mamíferos, que no se ha demostrado que
esta información se haya transmitido epigenéticamente ni mucho menos se
han indicado los mecanismos moleculares por los que se puede transmitir,
que todo son indicios. A los estudios sobre herencia epigenética en
mamíferos se les somete a un nivel de presión enorme, y esto tiene
consecuencias positivas (cada vez se están afinando más) y consecuencias
negativas (no se admite que esté demostrado que esto sea herencia
epigenética).
Pero supongamos que lo
admiten, que se llega al consendo de que alguno de esos estudios prueba
sin lugar a dudas la herencia epigenética estable en mamíferos, ¿sería
suficiente para que se admitiera el peso de la herencia epigenética en
mamíferos?, pues no para todos, porque ya hay muchos artículos en los
que se argumenta que este tipo de herencia sólo aguanta unas
generaciones y se revierte al cabo de las mismas. ¿Tendríamos que
agachar la cabeza y decir que sí, que esto no sería tan importante?…pues
recordemos los genes metilados de diferente manera en humanos y
chimpancés, un pequeño cambio supone una enorme diferencia, a mi este
argumento no me parece válido.
¿Es la herencia epigenética de tipo Lamarckiano?
Pues aquí hay que agudizar muchísimo la atención porque el nivel retórico de las discusiones se vuelve asombroso.
Los que se oponen a que esto sea herencia Lamarckiana aducen lo siguiente:
- Que se mantiene por pocas generaciones (ya lo he mencionado) y por tanto es de poco interés. Epigenetics: Lamarck’s Revenge?, End the Hype over Epigenetics & Lamarckian Evolution | RealClearScience
- Que
es un tipo de herencia que demuestra que el ambiente influye en la
evolución de los organismos, pero -redoble de tambores- que lo que dijo
Lamarck fue que ¡el organismo evolucinaba por respuesta al ambiente!.
Vale, vale, en cualquier caso lo que esto nos está probando es que al
menos el organismo tiene una antena apuntando al ambiente para ver de
qué va eso del mundo en el que va a vivir, lo de la respuesta al
ambiente se puede probar más adelante o no, pero vamos que el nivel de
retórica del argumento es difícilmente superable…pero…¡se supera! En
esta línea argumenta One more time: no, epigenetics is not Lamarckism, No, epigenetics and environmental responsiveness don’t undermine Darwinian evolution
- Que
es evolución darwiniana porque todo esto viene por la presión selectiva
de la selección natural. Claro, cuando me ponen un telón de fondo
insuperable no puedo contraargumentar nada, toda la vida que pueda
existir en el universo está sometida a presión selectiva, de acuerdo.
¿Niega eso que se estén heredano caracteres adquiridos o es que yo no me
entero? Edge.org
- Pero
me he dejado la mejor crítica para el final, no hay crítica más
surrealista que esta. No es herencia Lamarckiana porque Lamarck no habló
de evolución por caracteres adquiridos…pero si llevamos más de un siglo
burlándonos de su teoría por lo del cuello de las jirafas, y diciendo
que el Lamarckismo es la teoría que postula la herencia de los
caracreres adquiridos, y ahora que por fin encontramos algo para
defenderle no vale, no porque la epigenética no se pueda interpretar
así…sino ¡porque resulta que decía otra cosa!. A mi esto ya me parece
ganas de meterse con Lamarck a toda costa. Lamarck’s Actual Lamarckism (or How Contemporary Epigenetics is not Lamarckian)
En
fin, ¿qué está pasando que el tema de la epigenética y la evplución
provoca tanta controversia?, pues a mi entender concurren varios
problemas. El primero es que internet es internet y cualquier discusión
se multiplica como plaga de langostas.
Pero
ocurre más, hay manía a Lamarck. Se busca cualquier hueco para negar su
contribución a la historia de los estudios de la evolución, y las
razones no son atribuíbles ni a Lamarck ni a su libro (que curiosamente
ha empezado a aparecer en alguna librería en una edición recién
traducida por lo que tengo entendido). la manía viene de 150 años de
discusiones retóricas, del abuso de la teoría por personajes tan
terribles como Trofim Lysenko (a quien curiosamente se le reconoce
alguna aportación al conocimiento de la vernalización en plantas), a la
distorsión de entender lo que dijo Lamarck como una especie de evolución
como algo que se confecciona voluntariamente y a medida del organismo, a
las inacabables discusiones entre evolucionistas y creacionistas que
salpican la memoria de los creadores de las teorías con las que
argumentan los segundos, y a que muchos biólogos y divulgadores piensan
que dejarle un hueco al señor Lamarck en esto de la evolución no es
posible porque toda la silla la tiene que ocupar el señor Darwin.
Curiosamente
muchos de los que decimos Lamarck en voz alta también tenemos plaza
para más gente, entendemos que la endosimbiosis y la Transferencia
Lateral de Genes, por citar dos, son también de obligado reconocimiento
para comprender un poquito mejor qué es esto de la evolución.
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