viernes, 26 de marzo de 2021

Los gibones y el batido de cromosomas

 

Si los miramos desde el punto de vista cromosómico, los gibones hacen cosas verdaderamente raras para ser simios.

Desafiando el apego a la estabilidad en el número de cromosomas de este Orden taxonómico, los gibones presentan una extraordinaria disparidad entre especies, variando entre 2n=38 y 2n = 52. Frente a esto el resto de los simiformes tienen 2n = 48 cromosomas salvo los humanos (2n = 46, debido a la fusión de dos cromosomas).[1]

Es más sorprendente aún cuando se considera que esta variación la han conseguido en un tiempo evolutivo record,

unos 5 millones de años [2]desde que comenzó la radiación de especies (hay 18 especies de gibones distribuídas en 4 géneros diferentes[3]).

No contentos con este exhibicionismo cromosómico, los gibones también demuestran más facilidad para hibridarse entre sí que la mayoría de los primates, y por supuesto que el resto de los simios. En estado natural hay varios reportes de híbridos en las zonas en las que solapan los territorios de dos especies diferentes, pero el caso más espectacular ocurrió, cómo no, en cautividad[4]. En el zoo de Atlanta, EEUU, una hembra de siamang (Symphalangus syndactylus

) alumbró dos crías en dos años consecutivos, hijas de un macho de gibón plateado (Hylobates moloch

) . Para dar una idea de lo extraño de este cruce, en lo físico, el siamang llega a 1 metro de estatura y unos 25 kilos de peso, el gibón plateado alcanza poco más de medio metros y unos 8 kilos de peso. Pero si miramos el número cromosómico la cosa es aún más rara, el siamang tiene 25 pares de cromosomas (2n = 50), y el gibón plateado 22 (2n = 44). Las crías alumbradas tenían 47 cromosomas, 44 pareados y los sobrantes procedentes de la madre siamang. Además la estructura de los cromosomas de ambos progenitores es muy diferente, como indica el estudio que se les hizo.

Un siamang macho mostrando el saco de la garganta para incrementar la potencia de los aullidos (e impresionar a rivales y hembras).

Unos gibones del género hylobates.

Parece, además, las acrobacias cromosómicas no terminan ahí. Se ha documentado algún caso de trisomía

que no parece afectar a la gibona que la porta.

¿Cómo logran estos pequeños simios hacer todo esto?

Al microscopio, el genoma de los gibones es raro por la enorme cantidad de reordenaciones que ha sufrido. En palabras de un artículo, es como si alguien hubiera golpeado con un martillo el genoma de un simio hasta hacerlo pedazos, y lo hubiera vuelto a ensamblar. En un estudio publicado en 2014 en Nature

, sobre el genoma de un gibón de mejillas blancas (Nomascus leucogenys) encontramos una posible mecanismo para esta plasticidad genómica. Los gibones tienen un complejo LAVA formado por tres tipos de retrotransposones de los que deriva su nombre (L1, común a los mamíferos; Alu, de los primates y SVA de los homínidos). Este complejo parece capaz de movilizarse para insertarse los genes de segregación de cromosomas y alterar la transcripción proporcionando un sitio de terminación prematura del cromosoma. Los fragmentos de cromosomas se unieron luego con una recombinación no homóloga.[5]

Difícilmente puede ser más interesante, si te gusta esto de la evolución desde el punto de vista de la biología molecular. Los transposones, que durante mucho tiempo se vieron como ADN egoísta y no codificante, reciben más atención por su potencial para causar diferentes enfermedades (las secuencias ALU[6] por ejemplo están relacionadas con algún tipo de hemofilia y cáncer de mama, por ejemplo, en humanos). Pero aquí parecen jugar un papel activo en la rápida radiación de especies de gibones.


El asunto no acaba aquí. Todavía es controversial para algunos la idea expuesta hace ya casi 50 años por Eldredge y Jay Gould, el equilibrio puntuado que habla de la posibilidad de rápidas radiaciones evolutivas (eso sí, refiriéndose a fósiles y en tiempo geológico). Pero lo que a mi me interesa de esto es que quizás estemos ante una pista molecular más sobre cómo es esto posible.

James Shapiro es uno de los investigadores que apoya la idea de que estos transposones han influido en la evolución de los gibones[7]. Aunque hay otros muchos que llaman a la prudencia ya que queda todavía mucho por explicar. James Shapiro defiende desde hace largo tiempo que la célula tiene mecanismos para influir en su genoma (muchos de fenómenos que engloba en esa categoría están más que aceptados), lo controvertido es que para Shapiro estos mecanismos, a los que llama ingeniería genética natural, tienen un peso importante en la evolución. Si estáis sacudiendo la cabeza, entendéis cuál es el problema, la teoría es que la evolución es totalmente al azar. Pero en mi opinión hay demasiada controversia en evolución, sobre todo controversia que va por delante de descubrimientos; la discusión con el creacionismo y la historia de la biología en el siglo XX -con los desmanes de Lysenko y la reacción de la síntesis neodarwinista- está creando posturas demasiado enrocadas, muchos, muchos años después.

En cualquier caso, mejor tener en cuenta que primero deben venir los datos y después las interpretaciones.

Notas al pie

[2] Gibbon genome and the fast karyotype evolution of small apes[3] Hylobatidae - Wikipedia, la enciclopedia libre[4] Hybrid ape offspring of a mating of gibbon and siamang.[5] Recombinación no homóloga - Wikipedia, la enciclopedia libre[6] Secuencia Alu - Wikipedia, la enciclopedia libre[7] Gibbon genome and the fast karyotype evolution of small apes

sábado, 20 de marzo de 2021

Cómo es posible que una mula tenga un potro, de forma natural

 No hay garantía de éxito, pero si se quiere apostar por tener un potro de una mula, una buena idea es ser medianamente rico, irse a China -donde tienen un montón de mulas-, seguir el estudio de los celos de miles de mulas, comprar las 20 más sanas y regulares, y dejarlas que se apareen como les apetezca con caballos y burros. El resto se deja a la naturaleza, con un poco de suerte... 

El caso es que en la década de los 50 del siglo XX se hizo algo parecido, aunque solo se siguieron los ciclos de unas 200 mulas, y compraron 8. De las 8, 2 quedaron preñadas, aunque abortaron. Paralelamente tuvieron noticias de una burdégana que había tenido un potrillo con un burro, también en China. Son cosas que pasan, aunque con muy poca frecuencia. Algunas mulas resultaron ser más fértiles de lo que se les espera. Pero... ¿qué mecanismos hacen que una mula pueda tener descendencia?

Cuando se hacen este tipo de preguntas, generalmente se busca la respuesta en la genómica de la mula. Pero hay muchos más factores, como la morfología de la mula, su fisiología hormonal, y la fisiología del potro en desarrollo, que debe emitir órdenes a la mula preñada para que el preñamiento se desarrolle con éxito. De todas formas yo lo que voy a mirar, más que nada, es el tema de los cromosomas, también.

Posiblemente tenga que ir añadiendo, o corrigiendo cosas en el futuro, es muy probable que se me haya escapado algo o que no lo haya entendido bien. Pero de momento, esto es lo que tengo:


Conclusión simplificada:

De alguna manera la mula fértil consigue generar un óvulo con un número mayor de cromosomas de su madre yegua de lo que cabría esperar por simple estadística. En esto parece que tiene un enorme peso la epigenéitica que le "permite distinguir" entre los cromosomas de su madre y los de su padre.


Según la wikipedia, en 2002 había 60 casos registrados de mulas (todas hembras) que habían tenido potrillos. Parece que los reportes se están incrementando en las dos últimas décadas, y de acuerdo a un artículo que he consultado se podría estimar que una de cada 10 000 mulas sería potencialmente fértil.

Fuente de la imagen [1]Una mula con su potro

Obviamente nos queda mucho por saber antes de dar cifras precisas de mulas fértiles, pero es cierto que tradicionalmente se han puesto barreras a su reproducción, o mejor dicho a sus hormonas sexuales, especialmente a los machos, que con frecuencia se castran para tener animales más mansos.

Hay menos datos sobre burdéganos, parece ser que es incluso más difícil para ellos lograr tener descendencia.

A la izquierda una mula, a la derecha un burdégano, fuente de la imagen [2]

Antes de seguir, hay dos tipos de híbrido entre caballos y burros. Los mulos son hijos de yegua y burro, mientras que los burdéganos son hijos de burra y caballo. Una de las cosas en las que más diverge el aspecto de mulos y burdéganos es el tamaño, los burdéganos suelen ser de menor porte y se piensa que tiene que ver con que la burra, que es la que tiene que llevar a cabo la gestación del burdégano, es más pequeña que la yegua. Hay más diferencias físicas, a pesar de que ambos tienen una dotación genética similar, y esto se atribuye a las diferentes marcas epigenéticas entre ambos híbridos.


En general hay 3 pasos que la hembra tiene que atravesar para poder reproducirse. El primero es poder tener celos y generar óvulos. El segundo es que estos óvulos sean fértiles (potencialmente) - y claro que la hembra tenga acceso a un macho para aparearse-. El tercero es que la hembra preñada pueda llevar a término la gestación.

Los ciclos estrales de mulas y burdéganas

La mayor cabaña de mulos y burdéganos del mundo está en China. En 1955–56 se hizo el seguimiento de más de 200 mulas de dos provincias de China[3], con el objeto de estudiar sus ciclos estrales. Más de la mitad presentó celos y ovulación en la época de apareamiento y cabe destacar que entre ellas estaba el 100% de las hembras estudiadas en una de las provincias, por lo que lo de los estros en las mulas no parece tan raro, aunque son más irregulares e imprevisibles que los de yeguas y burras. Además, tampoco se sabe cuál es el mejor día de estos ciclos irregulares para que las cubra un macho, lo cual también incide en que tengan tasas más bajas de fertilidad que las asnas y yeguas cuyos ciclos y días óptimos de apareamientos están muy estudiados, por obvias razones económicas.

En este mismo estudio se menciona el caso de una burdégana que convivía con un burro con el que tenía libertad para aparearse y que en 1953 tuvo un potrillo.

De modo que en este apartado, el mecanismo que funciona bien es que la hembra híbrida, sea mula o burdégana, tenga ciclos estrales fértiles y acceso a macho en el momento adecuado.


Tener óvulos fértiles

LLegamos a la parte interesante para los que sientan curiosidad por el trasfondo cromosómico del asunto. Los caballos tienen 64 cromosomas en total (32 pares de cromosomas), mientras que los burros tienen 62 (31 pares).

Los híbridos de caballo y burro tienen 63 cromosomas en total, 31 pares homólogos (en los que uno es de caballo y el otro de burro) y otro extra que no tiene cromosoma homólogo y que procede del caballo. Esto es así tanto para mulos como burdéganos, las diferencias entre ellos no son cromosómicas ni genéticas sino epigenéticas.

Durante la meiosis, el proceso de división celular encargado de formar los gametos, los pares de cromosomas homólogos se separan, y cada gameto tiene tan solo una copia de los mismos. Pero las mulas tienen un cromosoma 63 extra que no pueden dividir en dos, de modo que sus óvulos para ser fértiles tienen que tener o 31 cromosomas o 32, pero nunca 31,5, obviamente.

Lo cierto es que lo consiguen, algunas. Sobre la fertilidad de los mamíferos híbridos se ha hipotetizado mucho, autores como Chandley (en 1981) y Anderson (en 1939) supusieron que las mulas - y burdéganas- fértiles transferían únicamente los cromosomas de su madre al óvulo. Es decir, que los cromosomas de la yegua madre de la mula pasaban íntegramente, sin mezclarse con los del burro, al óvulo y de ahí al potrillo hijo de la mula fértil. De este modo, si la mula se apareaba con un caballo, tendría un potrillo de caballo, y si se apareaba con un burro, tendría un potrillo de mulo. Las burdéganas harían lo recíproco, pasando los cromosomas de su madre burra a sus descendientes. Este sería el esquema para las mulas:

Fuente de la imagen[4] (la imagen es lo único fiable del sitio, el análisis que presenta no tiene sentido)

Pues bien, como digo esto son hipótesis a partir de observar los escasísimo descendientes de mulas, y totalmente teóricas porque en ese momento no se había estudiado el cariotipo (los cromosomas) de los potrillos. Sin embargo estas teorías han pesado demasiado en algunos estudios posteriores, a mi juicio.

Según un estudio publicado en 1995 en la revista Biology of Reproduction[5], esto que cuento aquí arriba es justamente lo que ocurrió -varias veces- con una mula que había parido 6 potros híbridos y estaba en la séptima gestación en el momento de la publicación. Hay que decir que esta mula -que no explican donde vivía- es toda una heroína de la reproducción, porque todos los otros casos de mulas fértiles reportados son de una, dos o como mucho tres gestaciones, pero esta mula tuvo 3 potros de caballos y 3 de burro, nada menos -los de burro por inseminación artificial-. Me resulta muy chocante que no den más detalles sobre la mula en cuestión, dado que es un caso realmente excepcional (no quiero ser malpensada… pero lo soy, un poco).

En este estudio se hizo un análisis de los cromosomas de los potros hijos de la mula, y concluyeron que la mula había traspasado los cromosomas de su madre yegua, sin mezcla con los de su padre burro que quedarían descartados de sus óvulos fértiles. Pero encuentro serias carencias en este estudio, porque también mencionan rasgos asnales en los potros hijos de caballo de esta mula, tales como la presencia de una línea dorsal (que es típica de los burros, y casi ningún caballo tiene) en los tres, y en el caso de la segunda potra, además, una cruz dorsal y líneas transversales en las patas (esto es aún más raro en los caballos). Es decir, que la misma apariencia física de estos potros muestra fuertes indicios de que sí ha recibido genes de burro.

Sin embargo, otro estudio de la Roya Society[6] analizó los cromosomas del potro de una mula y un burro nacido en China en 1981, del que sí disponemos de datos concretos e imágenes -que puedes contemplar visitando el enlace-, se constató que la mula había pasado cromosomas del burro a su potro, dado que este tenía pares completos que pertenecían a la especie burro, uno recibido de su padre y el otro -por fuerza- de su madre. Este potro recibió el sobrenombre de "dragon foal" (potro dragón) y se cita bastante en la literatura sobre mulas fértiles.

Finalmente, un extenso trabajo publicado en Nature en 1988[7] da datos del recuento cromosómico de 8 potrillos descendientes de mulas y burdéganas. En un caso en particular, el potro de una mula y un burro, el número de cromosomas es de 60 (30 pares) que no se corresponde ni con los 32 pares de caballos ni con los 31 de caballos. Por tanto, queda descartado que cuando la mula se reproduce lo haga porque transfiera íntegramente los cromosomas de su madre yegua, sin recombinarse ni mezclarse con los cromosomas de su padre burro.

Lo que sí es cierto, mirando los reportes y análisis, es que hay una tasa muy alta de potros descendientes de mulas apareadas con caballos, y burdéganas apareadas con burros, que recuerdan extraordinariamente a la abuela del potro. Esta tasa es mucho mayor de la que sería esperable por simple estadística. Para que una mula, con sus 63 cromosomas, generara un óvulo igual que el de su abuela, la probabilidad es de 1/ 2^32 en principio. En realidad es menor menor porque hay al menos 6 cromosomas que son idénticos entre burros y caballos y unos cuantos más que son parcialmente idénticos [8], pero muy baja, y aún así se da con mucha mayor frecuencia de lo esperable que los potros de la mula recuerden a su abuela yegua (y los de la burdégana a su abuela asna). En esto es muy seguro que entra la epigenética, y seguramente vendrán estudios apasionantes en el futuro que nos expliquen cómo una mula puede "preferir" los cromosomas de la madre para sus óvulos, de hecho hasta cierto punto las células "saben" qué cromosomas son los maternos, porque ya he explicado que el marcaje epigenético de los cromosomas es diferente en mulas y burdéganas.


Sobre las gestaciones de mulas y burdéganas, no quiero extenderme. Solo mencionaré que se han hecho varios análisis de hormonas tales como estrógenos, gonadotropinas (cuando están preñadas), etc. El patrón varía según estén gestando un potro cuyo padre sea un burro o un caballo, y aquí entra un baile muy delicado de entendimiento entre el potrillo en gestación que es el que "da la orden" para que su madre segregue ciertas hormonas y las células híbridas de su madre que deben saber interpretar dicha orden. Evidentemente la tasa de abortos en mulas y burdéganas es muy superior a la de burras y yeguas[9][10].


¿Cómo lo llamamos? El potro de una burdégana y un burro[11]

Una mula con su potro[12] hijo de un burro

Un caso de una mula de Tejas que en los años 20 del siglo XX tuvo dos potros, uno hijo de un burro y otro hijo de un caballo. De ser cierta la foto de su hijo "caballuno" abajo a la derecha, es imposible diferenciarlo de un caballo puro. La historia y las fotos proceden de

Hybrid Equines

Con respecto a los machos, mulos y burdéganos, tienen problemas de fertilidad que puedes leer aquí[13] y suelen castrarse muy jóvenes. Algún estudio sí que hay sobre su potencial fertilidad [14]que reporta que algunos machos muestran espermatozoides activos. No hay ningún caso registrado en la historia de un mulo que sea padre, sin embargo existe la potencial posibilidad, para algunos, de tener espermatozoides fértiles, habría que ver si dichos espermatozoides pudieran fecundar algún óvulo y si dicha gestación es viable.

Finalmente, también se ha analizado la fertilidad de los potros de las mulas y burdéganas. Fíjate que no tenemos ni nombre para llamar a estos animales, de tan poco frecuentes que son. En general son más fértiles que sus madres, pero menos que sus abuelas (yeguas o burras), lo cual también sugiere que son híbridos.[15]


Consideraciones respecto a la hibridogénesis

Sé que en algunos artículos y en la interesante discusión en los comentarios a las respuestas previas se ha mencionado que esto puede ser un forma de hibridogénesis…

No del todo. En la hibridogénesis se produce la selección de los cromosomas de uno de los parentales del híbrido y se descartan por completo los del otro. Al menos es así en la teoría. En el caso de las mulas y burdéganas, no hay descarte total de los cromosomas y genes de una de las especies parentales, sino altísima preferencia por los de la otra (la de la madre de la mula o de la burdégana). Sin embargo sí que es un caso más extremo de preferencia por uno de los parentales que se dan en mamíferos, sin duda ninguna, lo que más se parece a la hibridogénesis en la clase mamíferos.

La hibridogénesis como tal solo se conoce -si no me equivoco- en algunas especies de insectos sociales, algunos tipos de peces y algunas variedades de ranas.


Finalmente es posible que los híbridos equinos estén protagonizando un lento avance hacia la fertilidad tal como hipotetiza el estudio de Nature[16] (avance que se ve a su vez obstaculizado porque no se pueden aparear a su albedrío, a ser especies domésticas, que frecuentemente se les castra, y que tienen un ciclo reproductivo bastante lento).

Agradezco las respuestas y comentarios anteriores, porque me han permitido descubrir estos trabajos y reflexionar sobre los mismos. El mundo de la reproducción de las especies híbridas me genera mucho interés.

Notas al pie

[2] Redirect Notice[3] https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjL0ePP_rvvAhUIa8AKHQU5APEQFjAFegQICBAD&url=https%3A%2F%2Fwww.nature.com%2Farticles%2Fhdy198954.pdf%3Forigin%3Dppub&usg=AOvVaw2CTcHOHCNmKPrxVJXb5XUb[4] Retrieving Our Lost Heritage (4F) - End Time Upgrade[5] Mating Pattern and Chromosome Analysis of a Mule and Her Offspring[6] https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwjFhezm_LvvAhVPPcAKHSiMB0AQFjAKegQIBBAD&url=https%3A%2F%2Fjournals.sagepub.com%2Fdoi%2Fpdf%2F10.1177%2F014107688507801006&usg=AOvVaw278UvcxPHVDAsbCu4JhYr0[7] https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjL0ePP_rvvAhUIa8AKHQU5APEQFjAFegQICBAD&url=https%3A%2F%2Fwww.nature.com%2Farticles%2Fhdy198954.pdf%3Forigin%3Dppub&usg=AOvVaw2CTcHOHCNmKPrxVJXb5XUb[8] https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwi7kaGmhLzvAhXEQUEAHbnUDNkQFjABegQIBxAD&url=https%3A%2F%2Facademic.oup.com%2Fbiolreprod%2Farticle%2F52%2Fmonograph_series1%2F273%2F5050322&usg=AOvVaw3nOhfE8L_GT9rNhajWFZoZ[9] https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjL0ePP_rvvAhUIa8AKHQU5APEQFjAFegQICBAD&url=https%3A%2F%2Fwww.nature.com%2Farticles%2Fhdy198954.pdf%3Forigin%3Dppub&usg=AOvVaw2CTcHOHCNmKPrxVJXb5XUb[10] https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwi7kaGmhLzvAhXEQUEAHbnUDNkQFjABegQIBxAD&url=https%3A%2F%2Facademic.oup.com%2Fbiolreprod%2Farticle%2F52%2Fmonograph_series1%2F273%2F5050322&usg=AOvVaw3nOhfE8L_GT9rNhajWFZoZ[11] Redirect Notice[12] Untitled Document[15] https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwisp87SibzvAhXOTsAKHU3UBNUQFjADegQIAhAD&url=https%3A%2F%2Fwww.nature.com%2Farticles%2Fhdy198954.pdf%3Forigin%3Dppub&usg=AOvVaw2CTcHOHCNmKPrxVJXb5XUb[16] https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwjy4vTjjrzvAhW8QkEAHe_ACY0QFjAAegQIBRAD&url=https%3A%2F%2Fwww.nature.com%2Farticles%2Fhdy198954.pdf%3Forigin%3Dppub&usg=AOvVaw2CTcHOHCNmKPrxVJXb5XUb

sábado, 13 de marzo de 2021

Especies unisexuales

 Este es un primer aperitivo de un paseo por el mundo del parasitismo sexual, la hibridogénesis, ginogénesis y demás filias relacionadas con el hecho de que a veces, algunas veces, la reproducción de especies que en principio son sexuales... no funciona como se espera. Lo cual ya es bastante curioso de por si, que un sexo se las ingenie para estafar a otro, o una especie a otra con la que supuestamente se hibrida. En algunas ocasiones es el esfuerzo final de una especie híbrida por mantener su linaje en el tiempo. En otras, un parásito puede inducir una gran desproporción entre los sexos.

Pero abordando el asunto desde una perspectiva... digamos cromosómica, la cosa plantea muchas preguntas. ¿Cómo puede un híbrido descartar todos los cromosomas de una de las especie que lo genera? (y no creáis que esto ocurre únicamente en el mundo de los invertebrados, pasa también en las mulas que han sido capaces de reproducirse). ¿Cómo pueden algunos híbridos, como las famosas (en el mundillo de los frikis del parasitismo sexual) salamandras del complejo Ambystoma, sobrevivir con una dotación de cromosomas triploide, tetraploide, y hasta hexaploide?

Todo apunta a la epigenética. Aún así, ¿cómo se organizan para marcar tan precisamente lo que quieren o lo que no quieren?

En el mundo de la biología es rara, pero que muy rara... estas especies nos pueden aportar mucho. Y con un poco de suerte, algún dato que podamos aplicar para algo, sea para el control de especies o para el conocimiento de la epigenética. Aún está todo por saber del cómo lo hacen.

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Haylas. Los animales son raros, pero que muy raros. Afortunadamente se saltan casi todas las reglas y desafían nuestra capacidad de comprensión.

Entre los vertebrados se han identificado aproximadamente 100 especies[1] constituídas íntegra o casi íntegramente por hembras que se distribuyen entre pecees, anfibios y reptiles. ¿Que cómo se las apañan para reproducirse?, pues con muchísima imaginación, no les queda otra.

Pequeños peces amazónicos y el parasitismo sexual: Poecilia formosa[2] es una especie híbrida de Molly compuesta únicamente por, sorpresa, hembras. Se reproducen por ginogénesis, las hembras tienen que aparearse machos de especies muy similares de su entorno, lo que activa el crecimiento del huevo. diploide, que no lleva genes del macho activador.

Lagartijas y reproducción clonal por partenogénesis[3]: En este tipo de reproducción el óvulo de la hembra se desarrolla espontáneamente y general copias exactas de la madre. Un linaje de lagartijas unisexuales surgió a partir de una hembra de Lepidophyma flavimaculatum

Otro ejemplo interesante es la lagartija Cnemidophorus neomexicanus[4], una especie híbrida que sólo puede reproducirse por partenogénesis.

Las salamandras y la cleptogénesis:

Las salamandras del género Ambystoma, son un género endémico de América del Norte y son los únicos representantes actuales de la familia Ambystomatidae. Cinco de estas especies forman el llamado “complejo Ambystoma, en el cual estas especies contribuyen a la composición genética de un linaje unisexual de salamandras que se reproducen por ginogénesis (ginocleptón).

En la ginogénesis de este linaje compuesto únicamente por hembras, el óvulo necesita la activación por parte de un espermatozoide para empezar a dividirse y desarrollarse, aunque antes debe duplicar su material genético mediante un proceso de endomitosis para evitar la formación de zigotos haploides (con la mitad de información genética) inviables. Aun así, a la larga la falta de recombinación genética puede pasar factura a los individuos. Es por esto que este linaje unisexual de salamandras tiene la capacidad de incorporar ocasionalmente el genoma entero de los machos de cuatro de las especies que forman el complejo (actualmente no se ha visto que la salamandra de riachuelo se aparee con ningún individuo unisexual).

Estos individuos no mezclan el genoma adquirido, sino que lo suman al suyo. Esto provoca que dentro de este linaje podamos encontrar individuos diploides, triploides, tetraploides e incluso hasta pentaploides (aunque cuanto más aumenta la ploidía menos viables son los individuos), dependiendo de la cantidad de genomas diferentes que hayan ido incorporando las generaciones anteriores.

Notas al pie

[2] Amazon molly - Wikipedia

[3] Reproducción clonal en reptiles

[4] Partenogénesis - Wikipedia, la enciclopedia libre