jueves, 17 de enero de 2013

¿Cómo se comunica Marcos?, interacciones con un delfín listado


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Así como en otras ocasiones hemos explicado quién era y como se comportaba Marcos, en este relato queremos trasladaros nuestra experiencia con él en lo referente a la forma que tiene de comunicarse a través de los sonidos, es decir, su comunicación acústica.
Algunos profesionales como Liz Hawkins han estudiado el lenguaje de los delfines (estando en la superficie) y han grabado sus conversaciones. Fruto de esta investigación han detectado una gama de 186 sonidos y han comprobado que hay tonos diferentes en su forma de comunicarse, los cuales pueden asociarse a distintos comportamientos. Emplean silbidos constantes o de tono creciente al viajar, al localizar comida o al jugar alrededor de los barcos.


En el caso de Marcos y, no siendo especialistas en la materia, a través de muchas horas de convivencia y de observación de su estado, también hemos podido detectar varios registros y tonos a la hora de comunicarse con nosotros.
 
Marcos con una voluntaria
El proceso comunicativo ha sido cambiante en el tiempo.

Inicialmente, Marcos, prácticamente no emitía ningún sonido que pudiésemos percibir, desconocemos si era por el delicado estado físico que padecía o, simplemente, porque no sentía la necesidad de hacerlo (quizás éramos todavía extraños para él). Con el paso de los días fue emitiendo sonidos aislados, sin que los pudiésemos asociar a ningún suceso o persona en particular. Más adelante y, a partir de que se iban estrechando los lazos entre humanos y delfín, los sonidos fueron haciéndose cada vez más habituales, provocándonos sorpresa en un principio y curiosidad posteriormente . Sentíamos la necesidad de poderlos descifrar o simplemente, poderlos comprender.


Los delfines utilizan los sacos aéreos nasales (situados justamente debajo del espiráculo) y la laringe para hacer sonidos. Los pueden emitir en el agua pero, en presencia de humanos, los pueden emitir también a través del aire. Marcos utiliza esta vía para regalarnos una gama amplia de chasquidos o clics, silbidos o ráfagas de sonidos emitidos por impulso que suponen una vía de comunicación.


Marcos, haciendo alarde de la alta capacidad intelectual que tienen los de su especie (se constituyen como unos de los animales más inteligentes después del ser humano), avanzó en esta comunicación y empezamos a detectar relación causa-efecto en sus emisiones de sonidos. En diversas situaciones (en especial cuando busca contacto físico), se “pega” al cuidador o cuidadora, tocándole con su pico, mordisqueándole y restregándose contra él o ella y es entonces cuando tiende a emitir determinados sonidos.
Generalmente lo solemos observar cuando hay solo una persona en el agua aunque en alguna ocasión también lo realiza en presencia de dos.

En otros momentos, cuando se intenta reproducir sus tonalidades, él responde en ocasiones con el mismo sonido, como intentando establecer la comunicación entre especies.

Los delfines son grandes imitadores pero el reto más grande para el ser humano sería poder llegar a descifrar sus códigos de sonidos de forma clara y así poder llegar a comprender su lenguaje.


¿Se podría considerar la emisión de sonidos de los delfines como un idioma?, posiblemente los expertos en lingüística dirían que no pero en la observación de Marcos vemos intencionalidad en la comunicación, llegando a modificar su comportamiento y estado de ánimo cuando le hacemos ruidos o sonidos parecidos a los suyos (se activa más).

En ocasiones, Marcos, ejecuta sonidos cuando está solo, descansando en las boyas, al amanecer lo hemos observado en muchas ocasiones; produce sonidos fuertes mirando al horizonte e irremediablemente surge la pregunta ¿quizás él perciba sonidos propios de los de su especie que el oído humano no puede detectar?, no sería extraño; los delfines emiten sonidos entre una frecuencia de menos de 2000 Hz hasta 100.000 Hz y los seres humanos sólo podemos percibir sonidos sueltos o sucesión de sonidos unidos entre sí, si están en un rango de 200 a 15.000 Hz.

Marcos necesita aprender a comunicarse con los de su especie, es un aprendizaje que hacen con su madre en etapas tempranas de su desarrollo.

Él no puede “conversar” con los suyos por el momento pero si puede lanzar señales personales (silbidos de identificación que se repiten) que le puede ayudar a que otros delfines le reconozcan.
Dichos sonidos, como se pueden apreciar en algunas de las grabaciones que se le han hecho, aumentan o disminuyen de intensidad en cuestión de segundos, mientras que en otras ocasiones se mantienen constantes.
Seguramente responden a mensajes diferentes, mensajes que nos quiere hacer llegar a los que, hoy por hoy, somos lo más parecido a su manada, en la que encuentra seguridad y apoyo pero, al fin y al cabo, mensajes indescifrables por el momento.
En la actualidad, el ser humano es el único ser del reino animal que se comunica con patrones orales bien definidos o a través del lenguaje escrito pero quizás con el tiempo, alguien descubra que pueden existir otros animales que tengan un lenguaje, según nosotros lo entendemos.

 




 En este video se puede observar a Marcos haciendo sus sonidos, chasquidos, y gorgoteos.

Es curiosísimo como usa el espiráculo, lo abre lo cierra, expulsa agua...


¿Algún día llegarán a hablar personas y delfines?

Mientras llega la respuesta iremos observando, disfrutando y, porqué no, intentando comprender los sonidos que Marcos nos proporciona cada día.



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