En los últimos 10 años se ha creado un monstruo, la ideología trans, cuyo objetivo es la sumisión social ante el negocio que se maneja detrás de la industria de la transición de género.
Esto se ha conseguido aunando diversas corrientes:
- La política, con legislaciones que imponen que las personas que presentan disforia de género no puedan recibir un tratamiento psicológico en el que se ahonde en las razones que hay detrás de ello, y si realmente el transicionar hacia otro género les será de ayuda. En España tenemos diversas leyes autonómicas en este sentido, y dentro de poco entrará una ley estatal con las mismas directrices.
- El activismo y la presencia y sumisión de los medios a las consignas activistas. Los medios de comunicación actúan como altavoces de consignas muy estudiadas tales como "una mujer trans es una trans", o estrategias neolinguísticas como hablar de mujeres cis y mujeres trans. En esta línea va el uso de perífrasis degradantes para evitar la palabra mujer tales como "personas con vagina", "personas con la regla", o "personas gestantes".
El activismo usa la estrategia de llamar a todas sus reivindicaciones "derechos", o "derechos civiles". En esta línea, en Estados Unidos hay leyes en Connecticut y California que permite que hombres sin bloqueadores de la testoterona (hombres en todos los aspectos) compitan contra mujeres en deportes de instituto y universitario. Estos hombres también tienen pleno derecho al acceso de vestuarios de las mujeres. La única condición que se les exige es declararse "trans".
Otro tipo de activismo es el "científico" que elabora estudios de ningún rigor científico que han permitido la inclusión de hombres con bloqueadores hormonales en las competiciones femeninas de alto nivel. Recientemente alguna federación ha tenido el valor de impedir que esto continúe.
Además, está la estrategia de usar las diferencias de desarrollo sexual, y a las personas que las padecen, como simples peones en discusiones que no tienen nada que ver con ellas, visibilizándolas de la forma más perniciosa, como curiosidades a quienes no se les da ni el derecho a hablar.
En este sentido es cada vez más frecuente que personas que no padecen ningún tipo de DSD se identifiquen como intersex, y a tal punto de distorsión política ha llegado la situación, que en Gran Bretaña las encuestas sobre los problemas de este conjunto de personas no se reparten a las asociaciones de personas y familias con DSD, pero sí a asociaciones queer y trans.
El activismo en redes sociales se permite amenazar de muerte a quienes se muestran claramente en contra de la ideología trans, especialmente al colectivo de feministas que quieren denostar con la palabra terf (que ya empieza a ser sinónimo de resistencia heróica). La doble moral, o mejor dicho el matonismo mediático llega al punto de "cancelar" a cualquier persona que tenga alguna forma de ingresos que dependa de las redes. Reciente es la expulsión de Paypal y Etsy de Colin Wright, un señor con una exquisita educación que combate la idelogización de los niños en los colegios, y toda la invasión en diferentes frentes sociales de las consignas trans, gracias a su formación como biólogo. Más reciente aún, la cancelación de la actriz Jedet por haberse manifestado en contra de la ley trans (y antes de saber cuáles son sus argumentos, porque pudiera ser que Jedet fuera más activista que los palmeros de Irene Montero).
- La presión social a través de series, películas y vídeos en los que se vende la idea de que "la transición" y el "no estar en un cuerpo con el sexo adecuado" es la solución a muchos problemas que encaran menores en edades que rondan la pubertad. Son carne de cañón fácil para la industria farmacéutica.
- La intromisión en la enseñanza, estos activistas reparten folletos en los que se cuenta a niños prepúberes que si no se sienten a gusto con estereotipos de género, pueden ser trans. En España Chrisalys es una de estas asociaciones, y sí, podría estar dejando folletos en el colegio de tus hijos.
- Para mi no es lo menos importante, porque la biología es la base de las carreras vinculadas con la salud. Pero también por la importancia de preservar la verdad. El activismo se está inmiscuyendo en la mismísima biología, con artículos en revistas de prestigio en los que se afirma que el sexo es un espectro en seres humanos.
A este gigantesco despropósito estoy dedicándole una serie de posts. En esta ocasión el trabajo me lo da hecho un artículo de la web https://contraelborradodelasmujeres.org/ en el que se expone el negocio trans, especialmente dirigido a menores. Lo voy a fraccionar en varios posts para hacerlo más fácil de leer, al ser más breves. Pero podéis leerlo por completo aquí: https://contraelborradodelasmujeres.org/el-negocio-de-la-mutilacion-infantil/